Pacific Rim: Insurrección (2018)
Lo cierto es que, pese a su duración, Pacific Rim: Insurrección es entretenida. ¿Más que la anterior? Eso era difícil, pero sigue con el mismo objetivo que su predecesora.
Lo cierto es que, pese a su duración, Pacific Rim: Insurrección es entretenida. ¿Más que la anterior? Eso era difícil, pero sigue con el mismo objetivo que su predecesora.
Lo que más caracteriza a Black Panther sea quizá que existe un gran desajuste entre las escenas de acción, las de intriga y las de humor
Las crónicas de Blancanieves me ha parecido una película demasiado insípida para el plantel de actores que contiene. Su guion es simple y puesto a disposición de las coreografías en combate y los efectos especiales que nos recuerdan a la mencionada Frozen pero también a Las crónicas de Narnia.
Ganadora del premio a la mejor película de animación en los Blogos de Oro, Your Name destaca por ser un anime que ataca directamente el corazón sin ofrecer la típica cursilada.
Para mí una de las sorpresas del año. Jumaji: Bienvenidos a la jungla no es ni un fiasco ni un aburrimiento, sino un entretenimiento más que saludable que critica ciertos clichés de la sociedad (y de los videojuegos).
Para mí (ya que cada espectador puede sacar las conclusiones que le vengan en gana) Madre! ha sido una alegoría sobre cómo la humanidad trata al mundo desde los tiempos de Adán y Eva, Caín y Abel y hasta la actualidad.
Ambientada en plena Guerra Fría, Guillermo del Toro nos vuelve a proporcionar otra obra de fantasía con un monstruo humanizado, una criatura que nos emociona más que los humanos que aparecen en pantalla.
Para Bright, me imagino a los productores diciendo: «Tenemos a Will Smith, tenemos una historia de orcos y elfos y polis, ¿qué puede salir mal?». Pues no todo, pero casi.
Ni siquiera hay escenas cómicas que alivien el desastre de su horrible trama. Tampoco hay explicación sobre cómo el protagonista cambia su forma de entender la vida en un minuto.
La historia se supone que trata de dos policías del espacio que tratan de salvar la ciudad de los mil planetas de una amenaza terrible y desconocida pero, en su lugar, se nos muestra más una historia de tensión sexual no resuelta totalmente previsible teniendo de fondo un conflicto no demasiado claro.
Todos sabemos que Hollywood es codicioso y no es capaz de parar ante una saga de éxito. En La guerra del planeta de los simios nos presentan el último episodio de la historia antes de los hechos que vimos en la película original de Franklin J. Schaffner.
No sé cómo habría sido la versión «original» de todo esto, lo más seguro es que tampoco fuese demasiado profunda u oscura, pero el montaje final ha sido desolador. Falta carisma, fondo, comedia, terror y un complejo mundo por el que se pasa de puntillas.
Este tipo de dramas no son mi estilo y, aunque no ha llegado a conmoverme porque no ha conseguido meterme en la historia del todo, las historias que cuenta el árbol y la cuidada factura de dirección me han convencido.
Quizá sean mis ojos de adulto los que no me dejan meterme en la película, pero la forma de contar la historia, a través de un flashback contado por un anciano a unos turistas que van buscando historias fantásticas en tierras escocesas, no me parece la más opción más idónea para llegar al corazón del espectador.
Si esperáis encontrar algo que se asemeje a la historia real de los caballeros de la mesa redonda o la leyenda de Excalibur, no vayáis a verla al cine.