Con guion de Max Landis y dirección de David Ayer, Netflix vuelve a traernos una producción de alto presupuesto que parece sacada de la mente de alguien sin ideas. La verdad es que me imagino a los productores diciendo: «Tenemos a Will Smith, tenemos una historia de orcos y elfos y polis, ¿qué puede salir mal?». Pues, la verdad, en los primeros compases no todo sale mal. La presentación de una sociedad de fantasía ambientada en el futuro cercano cuando estamos habituados a que sea una sociedad medieval tiene su punto. Pero para que funcione una película necesitas más que un contexto. Y, sobre todo, más que una estrellita con ínfulas de grandeza en el cartel. Por supuesto, hablo de Will Smith.
Uno de los grandes problemas de Bright es su extrema duración para el contenido que tiene. Contiene muchos momentos aburridos y extremadamente malos. Y eso que he llegado a leer que Bright es una mezcla de Training Day y El señor de los anillos. Valientes cretinos. Bright es una parodia sobre qué habría ocurrido 2000 años después de la batalla por la Tierra Media. Los elfos no se han integrado en la sociedad y viven en guetos opulentos con tecnología puntera y ropa de marca. Los orcos, sin embargo, son la clase más oprimida que sobrevive en los barrios de pandilleros.
Y ahí se acaba el interés por ese mundo de fantasía. Lo que viene después se olvida de todo ese mundo que se está construyendo para el espectador y se centra en una rocambolesca y estúpida trama en torno a una varita mágica, con una subtrama de policía corrupta y diferentes persecuciones de relleno que lo único que pretenden es cubrir metraje ante la falta de secuencias de diálogo.
Sí, necesitamos algo de historia más que ese contexto del que os hablaba y de presentar al primer orco que forma parte de la policía de Los Angeles. Todo parece estar hecho a trazos gordos y la definición de los personajes está más que difusa. Tanto, que me pregunto que a dónde habrán ido esos 90 millones de dólares de presupuesto. ¿Al de Will Smith, por ejemplo? Os digo de verdad que no comprendo cómo con ese presupuesto todo parece tan… cutre.
El objetivo de todo es proteger (no se sabe cómo hasta el final) esa varita mágica de la que os hablaba para que no vuelva a su dueña (Noomi Rapace), que la utilizará para convocar al Señor Oscuro. Un objetivo que seguro seguirán explotando en su secuela, ya que desde Netflix han dicho que pretenden crear una franquicia sobre Bright. Que el Señor Oscuro nos pille confesados.
Yay & nay
Lo mejor: La presentación y ambientación del mundo de fantasía en 2017.
Lo peor: Todo lo demás.
Entiendo la mala nota y la decepción. Ciertamente el combo de peli de colegas policías y fantasía podría haber dado mucho más juego, pero he visto tantas películas malas este año y esta al menos consiguió entretenerme mientras la vi que no sé, quizá le daba el aprobado raspado… o no. El fallo más terrible para mí son los insulsos villanos, cosa imperdonable porque tanto en la fantasía como en el terror unos buenos malos dan la vida a la película y en esta como que no.
Estaba claro que no iban a hacer una película a lo Shadowrun pero podrían haber insuflado algo más de alma a Bright.
Buffff, a mí es que ni eso, estuve en plan :rolleyes: durante muuuucho tiempo y es que es muuuuy larga.
Totalmente de acuerdo con lo que dices de los villanos. Creo que se merecían algo más. Añado que, por otro lado, aparecen personajes de los que parecen tener más trasfondo del que parece, por ejemplo el elfo del FBI de la magia.
Repito que todo lo que sea relatar cómo se ha desarrollado el mundo tolkeniano me gusta mucho, pero me parece una pérdida de tiempo por la trama…
Otro giro a las parejas de buddies con los correspondientes tópicos y clichés. Es un género en el que me trago todo y doy el aprobado sólo por aguantar la proyección hasta el final. Esta se salva por el punto anterior, como plus la pondría las persecuciones y refriegas, que no se porque me recordaba a the warriors. La historia muy, muy cojida con alfileres, en fin no creo que vuelva a verla, si viéndola sin espectativas ya me cargó, con un segundo visionado se me haría agobiante.
Para mí, ya digo, lo que más me moló fue la construcción del universo de fantasía que normalmente vemos ambientada en la época medieval tipo Tolkien. El resto muy pero que muy floja.
Mucho escaparate para tan poca trastienda, por eso yo tardaré tiempo en volverla a ver. Los tópicos, también, me resultarón fuera de lugar para pretender ser tan innovadora