No tenía demasiada esperanza con el reboot de los simios hasta que vi por casualidad El origen. Después vino El amanecer y, aunque fue una pequeña decepción, seguía el camino de su predecesora en cuanto a poner el entretenimiento del espectador por encima de todo.
Pero todos sabemos que Hollywood es codicioso y no es capaz de parar ante una saga de éxito. En La guerra del planeta de los simios nos presentan el último episodio de la historia antes de los hechos que vimos en la película original de Franklin J. Schaffner, aunque incluso podrían hacer otra entrega entre el final de esta y el principio de la del 68.
La historia da un poco igual porque es lo suficientemente ridícula para que te olvides de ella en cuanto te despistas un poco. César, el protagonista de la saga, decide tomarse la venganza por su propia mano cuando un coronel mata a su familia. La historia al final se convierte en una especie de película sobre un campo de prisioneros de una secta sin demasiado sentido por el que pueden pasearse individuos del exterior sin que nadie vigile qué sucede durante horas.
En cuanto al sentido de La guerra del planeta de los simios, se supone que estamos viendo una obra centrada en una guerra y acabamos viendo un relato sensiblero con unos personajes estereotipados que se comportan de manera que pueda avanzar la historia y no siendo coherentes con su personalidad. El colofón es el clímax final tan absurdo como la línea general de la peli.
Yay & nay
Lo mejor: Fotografía y efectos digitales, a otro nivel sobre lo que se suele ver.
Lo peor: Incongruencias de los personajes o situacionales, como que no haya nadie vigilando el campo de concentración.