Solo hay un género de cine con un porcentaje de pelis-truño tan grande que se pueda acercar al del terror, y ese es el de la ciencia-ficción. Es muy difícil, por decir casi imposible, ver una buena peli del género a la que no se le pueda achacar fallos de guion, de efectos especiales, de teorías absurdas o actuaciones pésimas. Desde hace unos años, parece que la ciencia-ficción vuelve con fuerza y tenemos para demostrarlo los ejemplos de Inception, Moon, Star Trek de 2009, Interstellar, La llegada, Mad Max: Fury Road o El origen del planeta de los simios. Passengers no tiene nada que ver con esto. Que no os engañen. Los efectos «especiales» parecen sacados de Infini y lo que parecía la historia de un Náufrago en el espacio se convierte en pocos minutos en una comedia romántica entre dos actores de moda.
Por si fuera poco, nos intentan vender una buena idea que dejan de lado a las primeras de cambio: una nave espacial tiene como destino dejar a 5000 pasajeros en un planeta a más de 100 años de la Tierra. Para ello, los pasajeros viajan en modo hibernación. Pero ocurre un problema y uno de ellos despierta 90 años antes de llegar, con lo cual se desespera por su soledad y despierta a una buenorra que descubre en una de las cabinas de hibernación. El resto de la historia bien podría haber tomado algún giro sórdido y turbio, como que la compañía que comercializa estos viajes en realidad no los enviase a ningún sitio, o que, de repente, la nave se volviese contra los protagonistas en plan 2001, o que con tanta soledad los protas se volviesen locos e intentasen matarse el uno al otro. No. Se prefiere ahondar en la trama romántica hasta el fin, aparece en cierto momento Laurence Fishburne para hacer una interpretación bochornosa y el final es de vergüenza ajena. Esto visto desde un punto de vista adulto. Desde luego, toda la recua de fans adolescentes se lo pasarán genial viendo las muecas de Jennifer Lawrence y Chris Pratt. Yo, la verdad, me quedo con el robot interpretado por Michael Sheen.
Lo mejor: El inicio de la película, cuando todavía no sabes qué va a suceder.
Lo peor: Toda la trama romántica, conversaciones absurdas, el personaje de Laurence Fishburne.