Nunca pensé que Vice pudiese llegar a ser tan mala partiendo desde una premisa tan similar a la de Westworld. La primera peli elegida para inaugurar 2018 fue más bien un intento de visualizar algo que no me hiciese pensar. Lo que consiguió es sacarme de mis casillas.
Ya no es solo que los personajes estén estereotipados hasta el infinito, sino que las actuaciones y la música parecen sacadas de una película erótica de bajísimo presupuesto. En serio, la banda sonora me desquicia. Es más como una broma pesada. Sobre todo mostrando a Bruce Willis ocupando la mayor parte del cartel.
La peli nos lleva hacia un futuro no tan lejano en el que la gente de bien se mete en un mundo de androides en el que puede hacer realidad todas sus fantasías. Cuando nos referimos a fantasías no solo nos referimos a las sexuales, sino a las violentas y de todo tipo. Todo está permitido en Vice y Bruce Willis regenta el negocio.
A los «residentes» de Vice se les borra la memoria al final del día para que recreen, una y otra vez, su vida programada. Todos los días viven lo mismo y los «turistas» lo aprovechan para mostrar lo depravados que son. Mientras, un policía inicia una investigación en Vice en contra de lo que le ordenan en la central.
Un día una de esos residentes padece un pequeño problema de memoria, recordando vivencias pasadas y todo lo que ha ido experimentando durante toda su vida. A partir de ahí se desarrollará una persecución de la propia androide por parte de las autoridades de Vice con una chica corriendo mucho y un poli con un palillo en la boca diciendo tonterías sin sentido. Pero oye, que tengan la misma profundidad que esas frases lapidarias de Horatio Caine. Y ya, de paso, sus falsos diálogos que el pobre cree que quedarán para la posteridad.
Llega un punto en el que te preguntas cómo has llegado a ver este bodrio o cómo es posible que alguien haya metido dinero en esto. Se estima que esta bazofia ha costado unos diez millones de dólares, varios de los cuales estimo yo que van a parar a la nómina de John McClane Bruce Willis.
Empiezo bien el año con la que, creo yo, una de las peores películas que voy a ver durante estos próximos doce meses. Os aseguro que para mí ha sido un suplicio ver una trama que no se soporta por sí misma, con retazos de otras películas de ciencia ficción, apariciones sin sentido o momentos de vergüenza ajena en los que no te puedes creer lo que está sucediendo. Por ejemplo, cómo se consigue saber la localización de una iglesia por el boceto de la residente. Un boceto de cuatro líneas que podría ser cualquier cosa.
Yay & nay
Lo mejor: Dura solo hora y media.
Lo peor: Una historia y un guion pésimos. Las actuaciones de todos los personajes, sobre todo la de Thomas Jane.
Yo la tenía olvidada hasta leerte. Willis desde que no tiene un día duro dale en cada engendro y eso que DH4 y DH5 tampoco fueron para tirar cohetes.
En esta el refrito se les quema un poco y no hay por donde cogerlo.
Es que pensaba que podía aprovecharse algo pero es un auténtico bodrio, el ejemplo de todo lo que no debe hacerse en una peli.
En esta ocasión, hasta contigo, coincido 100%??️
Acabo de tragarme esta película y no la he quitado a la mitad por no moverme del sofá…