Todo parece indicar que la Academia de Hollywood solo amplía el número de películas a competir por la estatuilla al mejor largometraje para incluir su cuota de minorías simplemente por la denuncia de injusticias sobre los derechos civiles décadas atrás. Y cansada un poco de lo que se ve al otro lado del charco, creo que pasaré de ver Fences, la última nominada que me falta por ver. Figuras ocultas es una peliculilla tan grande como El genio del amor, siendo esta superior en todos los sentidos. Pese a que se deja ver y que te hará reír en un buen puñado de escenas, el resultado global no está a la altura de competir como una de las mejores del año. Sigo sin entender cómo no está Animales nocturnos entre las nueve elegidas o Kubo, por poner dos ejemplos. Y no he visto demasiado cine en 2016.
Pese a que nos cuenta la historia de unas matemáticas negras que rompieron barreras en la NASA, siempre te quedará el regustillo de que, si no fuese por el blanco Kevin Costner, las negras seguirían yendo a baños de negros y descansarían en la salita de negros. Y aunque solo esté destacando lo malo, la verdad es que se puede disfrutar de ciertas actuaciones femeninas para conocer un poquito más la historia oculta dominada por el hombre blanco. Los momentos cómicos ayudan y, como no puede ser de otra forma, al utilizar un humor totalmente inocuo con toda una serie de escenas políticamente correctas, no nos resulta brusca en ningún momento. Así que aunque se pretenda presentar cómo era Virginia en los 60 con el segregacionismo y denunciar una época como la que podemos vivir dentro de poco si no cambiamos nuestras políticas, lo único que se obtiene a cambio es contar tres anécdotas sin más. Al final, el famoso va a ser John Glenn.
Lo mejor: Los momentos cómicos, poder conocer algo de la historia oculta de la NASA.
Lo peor: La falta de originalidad, riesgo y ruptura, es una película del montón, ni siquiera hay actuaciones sobresalientes.
Que buen artículo. Vale tu cometario.
Incluso en las películas centradas en minorías etnicas, los productores de Hollywood creo que piensan que deben tener al menos un personaje blanco en el foco. No se confía en que el gran público vaya a ver películas de no contar con ese personaje blanco. En «El último mohicano» el protagonista no es visualmente un nativo americano sino un blanco adoptado en su cultura y en «El último samurái» no podemos tener sólo protagonistas japoneses, tiene que estar Tom Cruise en el póster.
O por poner otro ejemplo justo de ahora que se estrena La gran muralla, ¿qué hace Matt Damon? Siempre me ha repateado mucho eso, como si necesitásemos un «occidental» para sentirnos dentro de la peli.
Creo que eres un poco durilla aunque tienes bastante razón, a lo mejor si la vuelvo a ver estoy más de acuerdo contigo. A mi me gustó bastante
Seguramente si no estuviera nominada no me indignaría tanto, pero me parece imperdonable que nominen algo como esto solo por tener un reparto de color…