
Poco confiaba yo en que El rey proscrito fuese a ser una buena opción como película para disfrutar de un poco de cine histórico.
La trama se inicia tras los hechos ocurridos en Braveheart. Siendo mucho más realista que esta, El rey proscrito comienza con un maravilloso plano-secuencia que hará las delicias de cualquier aficionado al cine.
Es un plano-secuencia larguísimo, complicado y que consigue el objetivo de trasladarnos a esa tensión entre Escocia e Inglaterra a comienzos del siglo XIV.
Esos primeros minutos marcan el estilo de lo que veremos después. La historia épica nos relatará el ascenso de Robert the Bruce como rey de Escocia frente a los distintos grupúsculos escoceses, la Iglesia y la corona inglesa, que había conseguido firmar una serie de tratados para imponer a un títere en el norte.
La independencia escocesa a manos de Robert the Bruce
Fue, en realidad, Robert Bruce quien instauró, tras la apertura del camino de William Wallace, lo que sería la independencia de Escocia de los ingleses. En este caso, la película de Netflix considera que los ingleses son sangrientos y carentes de ningún tipo de sentimiento mientras que los escoceses son loables guerreros que luchan por su libertad.
Hay muchos aspectos notables a valorar en El rey proscrito, pero este último punto no es uno de ellos. La reducción de hechos históricos es tal que se pasan por alto acontecimientos, se minimizan aquellos en los que los escoceses quedan mal y se aumenta la crueldad inglesa.
Cabe destacar, sobre todo, el episodio con Comyn, el noble más poderoso en la región y con más apoyos entre la nobleza, relatado de forma muy sutil y bastante alejado de lo que probablemente ocurrió en realidad. Comyn sobrevivió al ataque en la iglesia y nuestro protagonista envió a dos amigos a rematar su trabajo. Así se la gastaban los escoceses en aquella época.
Una historia simple pero efectiva
Personalmente, entiendo muchos de estos cambios para simplificar la historia pero, ¿no os resulta demasiado fantasioso ver personajes o buenos o malos sin términos medios? Dependiendo de nuestra tolerancia a esta sencillez, podremos disfrutar más o menos de la película de David Mackenzie, director de Comanchería.
En este sentido, os aconsejo que intentéis disfrutar de una película que, aunque sea un poco floja en su guion, contiene la proporción perfecta de entretenimiento sin cansar en ningún aspecto técnico o de la trama que desarrolla. ¿Cómo es posible incluir una trama romántica y que no entorpezca la épica? En El rey proscrito tenemos el ejemplo a seguir.
Yay & Nay
Lo mejor: Las actuaciones (y, sorprendentemente, el acento de Chris Pine durante buena parte de la peli). Vestuario y ambientación. Ritmo de la trama. Planos muy efectivos.
Lo peor: Varios aspectos descuidados del guion. Escenas surrealistas como la de la emboscada antes de cruzar el río.
Puntuación
