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Campeones (2018)

Campeones
Campeones

Movida por la curiosidad de que Campeones ganase el Goya a la mejor película española de 2018, me dispuse a verla comiéndome mi negatividad.

Vaya por delante que no soy fan de las películas de Javier Fesser. Personalmente, creo que destaca en su faceta de cortometrajista y fracasa en los largos.

En Campeones sucede algo por el estilo. Durante la presentación de los personajes y del conflicto del protagonista paso un buen rato.

El desarrollo de la historia es lo que hace aguas por cualquier lado, ajustando el filme a lo que debería haber sido desde el principio: una intrascendental película de bajo presupuesto con buenas intenciones pero fallida en el resto de los sentidos.

¿Qué le ha visto la Academia española a Campeones?

Campeones fue la elegida para representar a España en la gala de los Oscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa, superando a Handia y Todos lo saben.

Con la tradición española de seleccionar el costumbrismo sobre lo que realmente funcionaría en Hollywood, estaba visto que la película de Fesser sería la elegida sobre las que, en teoría, serían dos mejores opciones que la finalmente seleccionada. España, por supuesto, se quedó fuera a las primeras de cambio.

Entiendo que el buenrollismo, las buenas intenciones del director, la inclusión social de personas con diversidad funcional y el objetivo de enviar un mensaje conciliador en este contexto. Sin embargo, no son estos valores los que se deben tener en cuenta para nominar o premiar a una película salvo que estemos ante un festival de cine sobre inclusión y se premie su voluntad.

En galas como los Oscar o los Goya debería premiarse a películas buenas, bien hechas, las que destaquen por su guion, dirección, fotografía, sonido y un sinfín de aspectos que se puedan evaluar. ¿Lo primordial? Contar con un buen guion. En Campeones se echa mucho en falta la originalidad del libreto, diálogos que no den pena y seguir las reglas mínimas del baloncesto como el campo atrás.

Un argumento salido de millones de películas iguales

Porque Campeones comienza en un partido de la Liga ACB en el que el segundo entrenador se pone de los nervios cuando su primer entrenador parece seguir una estrategia errónea para intentar ganar un partido que parece perdido. Así que el primero pide tiempo muerto justo cuando el equipo mete una canasta (contra las reglas del baloncesto y de la lógica).

Pero todo sale mal y el segundo entrenador ataca a su primero con la consiguiente expulsión del partido y del equipo, Estudiantes.

No contentos con esto, el protagonista (Javier Gutiérrez) le rompe un retrovisor a un coche de policía (con sus policías dentro) en una noche de borrachera, con la consiguiente multa y castigo para recuperar los puntos: entrenar a un equipo de personas con discapacidad intelectual que no saben ni botar un balón.

Así que el entrenador llega y, pese a que al principio cree que es imposible, poco a poco va descubriendo a las personas para formar un equipo. Algo que hemos visto tantas y tantas veces en el cine, en las típicas películas deportivas, telefilmes baratos y con estándares de calidad más bien tirando a lo bajo.

Y Campeones no es una excepción.

Yay & Nay

Lo mejor: Algunas escenas cómicas.

Lo peor: El guion. La falta de originalidad. Demasiado larga.

Puntuación

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