Ant-Man y la Avispa me ha parecido una de las pelis más flojas de superhéroes de los últimos años. Pese a que Ant-Man era una peli simpática sin demasiado que ofrecer salvo gags y un personaje tan divertido como el interpretado por Michael Peña, en Ant-Man y la Avispa nos ofrecen un guion más rebuscado y a la vez un subproducto bastante más aburrido que la anterior película.
Pese a que la película se titula Ant-Man y la Avispa, el desarrollo de la acción se resume en que es la propia Avispa quien lleva las riendas. Su personaje es mucho más icónico en esta entrega que el propio Ant-Man, ¿quién lo diría? Es mucho más inteligente, más atlética, con mejoras en su traje respecto al Hombre Hormiga y con tanta experiencia que es ella quien debería protagonizar la cinta. Es una pena que no le den diálogos cómicos porque, de ser así, no habría color.
El argumento se centra en la recuperación de la esposa del doctor Hank Pym (Michael Douglas) y madre de Hope. Janet, quedó atrapada en el mundo subatómico décadas atrás, salvando a su marido. Padre e hija construyen una máquina para acceder a ese mundo y necesitan a Ant-Man para entrar en él. ¿La razón? Él ya ha estado allí. Mientras, el villano de esta entrega (Walton Goggins) pretende hacerse con esa máquina por todos los medios.
Sin embargo, el desarrollo de la historia avanza a trompicones, solo aderezado por el típico gag de Luis (Michael Peña) que sigue funcionando pese a que ya se había visto en Ant-Man. Puede que además incluso funcione la escena de la persecución en coche. Pero en general, Ant-Man y la Avispa contiene poca acción y humor, algo que la hacía simpática anteriormente.
En este contexto, parece que la realización de Ant-Man y la Avispa corresponde más al episodio que iría justo antes de Avengers 4, introduciendo poco a poco el universo subatómico como algo que puede tener cabida en la resolución de la lucha contra Thanos.
Yay & nay
Lo mejor: Evangeline Lilly. La escena del suero de la verdad con Michael Peña. Efectos especiales.
Lo peor: Ritmo lento. Poco humor y más drama. El poco humor que hay es demasiado infantil.