Se veía venir. Cuando te quedas sin ideas y programas el estreno de una secuela la friolera de 15 años después intentando repetir fórmula… no esperes demasiado. Las señales eran claras. El tráiler de Zoolander No. 2 parecía sacado del mismo horno de secuelas que Dos tontos todavía más tontos y el resultado es parecido. Una comedia de culto que hizo gracia hace más de una década no puede considerar repetir el éxito utilizando una y otra vez las mismas fórmulas. Derek Zoolander y Hansel no solo ya no hacen la misma gracia, sino que el resto de la película, en lugar de ser impactante, parece haber sacado chequera para incluir cuantos más famosetes y amiguetes mejor. Incluso hay ciertos momentos en los que la presencia de famosos parece incluirse solo para aumentar minutos en pantalla y así crear algo que no tiene ni sentido realista o surrealista.
Si me preguntáis qué recuerdo de Zoolander os puedo mencionar muchísimas escenas que todavía me hacen reír, pero ahora que ha pasado una semana desde que he visto esta secuela… ya no puedo recordar ninguna escena con la que me haya reído. No, no es aburrida, durante gran parte del metraje esbozamos una ligera sonrisa sobre todo en ese instante en el que aparece Benedict Cumberbatch. Pero poco más. La actuación de Penélope Cruz no puede ser mejor para el tipo de papel que le dan: de ser una agente de la Interpol italiana luego dice que es de Albacete y suelta un «Mierda, joder» en versión original… En resumen, como siempre, nos encontramos con la hipersexualización de un personaje femenino.
Lo mejor: el personaje de Benedict Cumberbatch.
Lo peor: la trama y la sobresaturación de famosos.
Ver a Justin Bieber en los avances me sacó todo el entusiasmo de verla…Como tu dices, el exceso de famosos es el típico recurso para resucitar a un muerto. Ésta era una de las películas que no necesitaba segunda parte :/.