Wonder Wheel parecía destinada a aupar a Kate Winslet a su octava nominación al Oscar. Ginny es un personaje complicado, lo que hace que Kate Winslet realice una interpretación desgarradora, pero la historia parece estar creada básicamente para el lucimiento de la actriz.
Ginny es un personaje fracasado, que ha visto su vida pasar atascada como camarera en un parque de atracciones, con un marido con el que no tiene química y un hijo que solo le da problemas. A todo esto se le suman sus continuas jaquecas por el ruido del parque. Parece que no es la mejor vida para Ginny. Hasta que, un día, a Ginny se le despierta la chispa de la pasión con el vigilante de la playa.
Wonder Wheel podría tirar por la comedia desde ese punto pero, en este caso, la comedia es alejada de la trama principal y nos centramos más en un drama clásico de enredo. La aparición de la hijastra, perseguida por unos gánsteres por haber huido de un marido, al parecer, capo de la mafia, trastoca la realidad de Ginny.
Allen convierte este mejunje de relaciones, discusiones y palabrería en una obra de teatro dulcemente iluminada. El rodaje en espacios cerrados y con esos planos eternos acentúa la sensación de ahogo e asfixia de Ginny, mientras que sus salidas a la playa ofrecen un espacio de libertad.
En cuanto a la trama, se desarrolla a caballo entre las idas y venidas de las infidelidades de Ginny, las esperanzas que deposita en una relación que no tiene futuro y en la decepción por no asumir su situación sentimental. Creo que Wonder Wheel es una película de sentimientos. Y uno de sus grandes problemas es que no paran de hablar, a dar vueltas sobre sí mismos sin un rumbo. La historia se desarrolla a trompicones. Solo unas actuaciones más que dignas y una fotografía preciosista consiguen que no dejes de atender a la pantalla.
Quizá Wonder Wheel no sea uno de los mejores filmes de Woody Allen. Quizá comencemos a notar muestras de cansancio y de falta de originalidad. Pero lo que sí hay que reconocerle a Allen es su disposición para estrenar al menos una película al año totalmente original (en relación a su guion original, no adaptado de ninguna novela).
Yay & nay
Lo mejor: Fotografía. Actuaciones principales.
Lo peor: La historia.