A veces podemos saber cómo es una película simplemente viendo su cartel. En Asalto al poder (2013) vemos que es dirigida por Roland Emmerich, unos helicópteros y la Casa Blanca explotando. ¿Tiene algo que ver con el argumento de la película? Sí, pero aquí de lo que se trata es de ver amenazado el sistema de defensa de la «mejor democracia del mundo» y que un padre divorciado salve al presidente negro de Estados Unidos.
Porque continuamente nos están bombardeando con datos de la Casa Blanca, con lo difícil que es entrar en el servicio secreto que defiende la presidente de los Estados Unidos, pero que solo hace falta algo de patriotismo para tener éxito. El sueño americano, creo que se llama. Y Roland Emmerich es un as creando películas alrededor de ese sentimiento, aun siendo alemán. En este caso, estamos ante un policía del Capitolio que intenta entrar en el Servicio Secreto, pero es descartado por no tener estudios. Como en la entrevista va con su hija, una experta en la Casa Blanca, la política y todo lo que le rodea. Mientras se encuentran de visita, unos terroristas se apoderan del edificio e intentan llegar al presidente.
Lo mejor: los momentos ridículos de un presidente que no sabe utilizar armas o que se pone unos tenis para ir más cómodo, que son bastantes como para no hacer de esta película un desastre total.
Lo peor: es la misma historia de siempre de Roland Emmerich pero con un traje distinto.