Si hace tiempo que he dejado de escribir tanto en el blog es que no hago más que ver películas que no me enfadan lo suficiente como para tener que desahogarme ni me gustan lo suficiente como para recomendarlas. Es el caso de Ahí os quedáis y su humor que no te hace reír a carcajadas pero que tampoco aburre. Jason Bateman protagoniza esta comedia dramática con moraleja en la que comienza pillando a su mujer en la cama con su jefe. Poco después, recibe la noticia de que su padre ha muerto.
Su madre decide reunir a sus tres hijos y a su hija para guardar el Shiva, una especie de luto judío, ya que fue la última voluntad de su padre que, por otro lado, en su vida no creía en Dios ni era judío. El Shiva es un ritual en el que la familia del difunto se queda durante siete días en un cuarto a recibir visitantes, rezar y demás. Aquí, por supuesto, se aprovecha la trama para hacer volver a las afueras a los hijos que se han ido fuera. La trama se desarrolla sin muchos altibajos pero no sobresale en nada, así que Shawn Levy nos ofrece un producto simpático que, por lo menos, no molesta.
Lo mejor: la vis cómica de Jane Fonda, Jason Bateman, Tina Fey y Adam Driver.
Lo peor: la poca profundidad en cuanto al dramatismo.
