Algún día me pondré al día de todas las películas que ha hecho James Franco. Hoy tocó este pretencioso largometraje que intenta imitar la estructura de Crash, por la que ganó el Oscar a la mejor película en contra de todas las apuestas. Pero qué se va a esperar del año en el que se endiosa a Brokeback Mountain y se oculta una joya como Una historia de violencia o Match Point. Podemos ver la carrera de Paul Haggis como lo que pretende ser el personaje de Liam Neeson, ganador de un Pulitzer que intenta volver a llevarse toda la gloria tras un primer libro espectacular, para caer en la mediocridad a medida que va publicando nuevos libros. Seamos claros: En tercera persona es un intento de contar la profundidad de las vidas de unos personajes rotos en pedazos, unas historias que se entrecruzan forzadamente al final. Es una pretenciosa alegoría sobre el drama que da como resultado un aglomerado artificial.
Entre las historias que veremos tenemos un escritor que se reencuentra con su amante en París, la historia de un ladrón de diseños de trajes en Roma que inicia un periplo con una gitana rumana (que sabe inglés EN ITALIA) y la historia de una madre que intenta recuperar la custodia de su hijo tras divorciarse. La primera historia está vacía. El personaje de Olivia Wilde es terriblemente odiable. El personaje de Liam Neeson se cree una figura y está acabado. En realidad la primera esconde un terrible secreto y el segundo intenta superar la muerte de su hijo. En la segunda historia, Adrien Brody también intenta sobreponerse a la muerte de su hijo, pero en cambio se pasa su estadía en Roma intentando ayudar a una gitana a recuperar a su hija. Finalmente, una madre divorciada intenta volver a conseguir la custodia de su hijo tras un accidente en el que parece que ella casi lo mata. En realidad, con esto ya tenemos el esqueleto de la película, no necesitamos gastar 137 minutos de nuestra vida en un largometraje como este. Si tuviese que salvar algo, sería la historia de la madre que intenta conseguir a su hijo de vuelta porque se enfrenta a ella misma hasta el final, pero el resto lo podemos tirar directamente a la basura.
Lo mejor: la historia del personaje encarnado por Mila Kunis.
Lo peor: está vacía de contenido, las historias no se entrecruzan de forma natural.