Lo malo de la gala de los Oscar es tener que ver las películas nominadas para saber de qué van los académicos el año de los premios. Este año, he visto cinco de las ocho nominadas. Me faltan American Sniper, Selma y The Imitation Game. La primera me parece una americanada, la segunda no se estrena hasta la semana que viene en España (supongo que pensando en que va a ganar algún premio) y la tercera me parece regodearse en varias mentiras institucionalizadas. La teoría del todo debería estar entre las no vistas porque ya me parecía un telefilme con el tráiler y ahora ya puedo decir que tenía toda la razón. De acuerdo, la factura es impresionante, la ambientación está a la altura de una película nominada y el actor principal hace una imitación de Stephen Hawking impresionante. Todos sabíamos que fuese como fuese la película, Eddie Redmayne estaría nominado por su actuación, pero lo que no es de esperar de una película que esté nominada entre las mejores del año es que traten al público como un espectador de sábado después de comer.
Hay que decir que el guion de Anthony McCarten se basa en el libro de Jane Hawking, así que supongo que tendrá la visión de la primera mujer del científico más famoso en la actualidad (con permiso de Sheldon Cooper, por supuesto), así que la visión sobre la física queda más bien en un segundo plano y se le da más importancia a las dificultades de la familia Hawking desde el momento en el que aparece la enfermedad y cómo se van superando los baches de la convivencia y demás. De todos modos, todo me parece demasiado idealizado y perdí el interés de lo que pasaba tras la primera media hora inicial cuyo desarrollo sí es impecable.
Lo mejor: la interpretación de Eddie Redmayne.
Lo peor: el desarrollo de la historia que nos cuenta.