Me quedo loca al leer críticas favorables a Dos buenos tipos después de ver tal despropósito.
Quizá estoy equivocada o el género policial-detectivesco de coña no sea mi género, pero esto no tiene ni pies ni cabeza.
La trama empieza presentándonos a los dos protagonistas por separado. Por un lado, Russell Crowe, dando palizas por dinero por encargos de niños, por el otro, Ryan Gosling, un detective privado un poco patoso además de estafador.
Los destinos de ambos personajes se unen por la muerte de una actriz porno, muerte que vemos en los primeros segundos de peli y, además, que vemos en primer plano para que no nos perdamos el cuerpazo de la actriz.
Tras ello, hay unas cuantas escenas que hacen bastante gracia pero que acaban en el tedio absoluto cuando los dos personajes empiezan a trabajar juntos.
Supongo que Shane Black habrá querido hacer algo como Starsky y Hutch, la de Owen Wilson y Ben Stiller: ambientación en los 70, la corrupción en la administración de justicia y música que lo acompaña todo.
¿Argumento? Dos horas para investigar la desaparición de la sobrina de una anciana que escapa de todo el mundo que se hace más aburrida a medida que avanza la especie de trama enrevesada increíble por lo poco creíble que es la historia.
Mención aparte estarían las anodinas interpretaciones de secundarios como Matt Bomer o Kim Basinger, cuya aparición en el metraje es de menos de cinco minutos cada uno, pero que queda bien para darle un poco de empaque a un cartel cuyo único atractivo es la presencia de un actor que estuvo de moda (Russell Crowe) y otro que está bastante de moda ahora (Ryan Gosling).
Yay & Nay
Lo mejor: Las escenas en las que los dos protagonistas comparten pantalla antes de empezar a trabajar juntos.
Lo peor: Demasiado larga, un argumento poco interesante.
Yo que he visto todas o casi todas de estas extrañas parejas de cine negro o policíacas, tanto en drama, comedía o un despropósito de ambos estilos entremezclados como en esta ocasión; no voy a ser tan duro y me quedaré en tibio.
El problema de los guiones en Hollywood tiene ya décadas, nos inundan con remakes, reoboots y biopics, y sólo se salvan aquellas historias que al menos tienen algo de gusto y no el típico guión fotocopiado de mala manera.
En esta ocasión, por lo comentado antes, me sale un cinco de media con algunos toques de seis de los protas y otros de cuatro por la pérdida de ritmo de un guión sujeto con pinzas.