The Look of Silence (2014)

Ganadora de varios premios, incluyendo el Spirit Award al mejor documental, La mirada del silencio se «estrenó» en verano del año pasado. Como hablamos de un documental, y un documental como este, tan solo algunos cines independientes tienen lo que hay que tener para proyectarlo. Tengo suerte de vivir en una de esas ciudades en las que hay un cine así, apostando por películas y documentales independientes y por la versión original. La mirada del silencio es una especie de segunda parte de The Act of Killing. Aunque se rodó al mismo tiempo, en el documental de 2012 se mostraba el genocidio indonesio desde el lado de los torturadores y aquí desde el lado de las víctimas, protagonizada por Adi, el hermano de Ramli, un civil asesinado violentamente por los matones de su pueblo. Adi va entrevistando a varios personajes que tuvieron algo que ver con la muerte de Ramli como ejemplo del genocidio. Como en The Act of Killing, la sinceridad de los implicados choca, igual que el orgullo de sus actos, ya que gracias a ellos se consiguió la integridad del estado frente a la plaga comunista.

Pero La mirada del silencio no solo son relatos crudos, sino también la relación de un hijo que va contándole a su madre con quién va hablando, algo que hace crecer la preocupación de una anciana que debe vivir con lo que le ocurrió a su hijo y sintiendo miedo por lo que le pueda ocurrir a Adi, quien parece meterse en la boca del lobo. Al final, nos quedamos que, en conjunto, los dos documentales forman un todo sobre cómo la raza humana es capaz de superar los límites establecidos de crueldad. Ahora mismo, en Indonesia, los responsables del genocidio de los años 60 siguen en el poder. La mirada del silencio es aquella que los responsables y ejecutores, los hijos de éstos y los familiares de las víctimas. Esa mirada está medida por Adi que, no solo hace las entrevistas, sino que también les mide las dioptrías. Ese silencio, además, es el que se impone en todo el documental, ejemplo también del discurso de los responsables y algunas víctimas: «¿Para qué remover el pasado para abrir la herida?», «¿no es mejor poder cerrar la herida y vivir con normalidad?», «hay un millón de asesinados, ¿no es así la política?».

Lo mejor: Los momentos en los que Adi habla con su madre.

Lo peor: La imposición del silencio, las risas y bromas de los asesinos sobre las torturas.