Es genial ver cómo a Hollywood le gusta despilfarrar el dinero. Hay películas que no tienen mucho sentido y Hércules. El origen de la leyenda es una de ellas. Mezclando 300 con Furia de titanes son capaces de hacer un largometraje con la finalidad de ser un festival de la carne y los músculos aceitados de los actores que intervienen. ¿El argumento? Poco importa, aquí se intenta mostrar el comienzo de Hércules desde su nacimiento hasta convertirse en un héroe. Está claro que no nos van a contar la historia completa del Heracles romano porque esas historias no están de moda y no podrían caber en la hora y media que dura la película. Todavía no sé cómo fue posible en Astérix y las 12 pruebas incluso en 80 minutos. El caso es que, como estamos en el Hollywood de la segunda década del segundo milenio, no hace falta contar nada de ningún héroe mitológico, sino que lo que importa es la acción y ver tíos medio desnudos dando cera.
Hubo algunos momentos en los que creí estar viendo una parodia simplemente por las escenas tan ridículas de las que era testigo. Pero aunque el guion deje la trama por los suelos, la fotografía y los efectos especiales se puedan poner al nivel de las pelis de bajo presupuesto que emiten en SyFy, y ese montaje de cámara lenta-cámara rápida, lo peor de todo son esas interpretaciones que más que interpretaciones son ponme aquí un plano para mostrar músculo que total no tengo nada más que enseñar. Le doy una estrella completa porque aún pude echarme unas risas. De todos modos, por si esto no fuese poco, más tarde me puse a ver Hércules (2014) pero con Dwayne Johnson, para comprobar qué puede ser peor.
Lo mejor: Un par de momentos graciosos de lo cutres que son.
Lo peor: Interpretaciones, efectos especiales muy cutres.
