Rodada en el magnífico escenario que es Praga, El Ilusionista (The Illusionist, 2006) nos lleva a la Viena de principios de siglo XX, lugar donde aparece un ilusionista capaz de mantener en vilo a una sala repleta noche tras noche, incluso a Sophie von Teschen (Jessica Biel), amiga de la infancia, y el príncipe heredero Leopold (Rufus Sewell). Mientras que la duquesa comienza un romance con Eisenheim (Edward Norton), el príncipe comenzará una investigación encargándole al inspector Uhl (Paul Giamatti) que desenmascare al farsante.
Estrenada en la misma época de El truco final (El prestigio) (The Prestige, 2006), y siendo muchísimo inferior a esta última, El Ilusionista carece de lo más importante para poder competir con su rival realizada por Christopher Nolan: un argumento que te deje pegado a la silla, sorprendiéndote continuamente para mejorar lo anterior. Los diálogos entre los protagonistas tampoco ayudan cuando las escenas románticas saltan a la palestra.
Lo mejor: la ambientación.
Lo peor: argumento simplón y romance sin sentido entre dos personajes y actores sin química.