Me considero fan de Quentin Tarantino. Desde el estreno de Reservoir Dogs no he podido dejar de ver repetidamente sus películas. Su estilo, mezcla de cine pulp y verborrea pseudointelectualoide me caló hondo. Ahora bien, no me ha ganado con Los odiosos ocho. No sé si será por su extremada duración de casi tres horas en las que casi no pasa nada o sus gloriosos 70 milímetros que casi nadie ha podido disfrutar porque en los cines hemos visto su versión «adulterada». Para mí, Los odiosos ocho es una especie de obra de teatro de segunda clase. Da igual encontrarnos con las típicas conversaciones tarantinianas. En un western, las conversaciones tipo Mia Wallace-Vincent Vega no me gustan. Y mira que todo empezó de manera espectacular con la banda sonora y un escenario helado, una diligencia y unos encuentros casuales bastante divertidos, pero todo se volvió monótono, repetitivo y, lo que es peor, previsible.
Porque lo que más me gusta de Reservoir Dogs, Pulp Fiction, Kill Bill, Inglourious Basterds e incluso Jackie Brown es que la historia es impredecible, la violencia no es gratuita pero sí es divertida y tiene unos personajes carismáticos con una personalidad, cada uno, diferente. En Los odiosos ocho, sin embargo, incluso aparece una voz en off cerca del capítulo final para explicar un acontecimiento perdiendo la coherencia de la narración y un flashback innecesario que nos explica algo que nos olemos. Poco hace para aumentar el disfrute de la peli que salga mencionado el tabaco Red Apple (o Manzana Roja) o el «Say adiós to your huevos» que dice un personaje al estilo de «Say auf Wiedersehen to your Nazi balls» de los bastardos. Sí gozaremos con determinados personajes como el de John Ruth y, sobre todo, con Chris Mannix y el mexicano «señor» Bob pero, como he dicho, para mí, lo más «glorioso» es el inicio, donde se mezcla el thriller con la comedia, donde se presentan unos personajes interesantes y donde la banda sonora acude en ayuda de unos paisajes helados solo perturbados por la silueta de una diligencia.
Lo mejor: Básicamente el primer tramo de la película.
Lo peor: Excesiva duración, excesiva toda.
Pues mira, sabes que a mí no me llama naaaaaada la atención verla… 🙁
Aún estando de acuerdo en todo lo que pones sobre su lentitud (la primera hora es bastante soporífera)y que parece una obra de teatro entre otras cosas debo decir que a mi me gustó aunque no la recomiendo y creo que al señor Tarantino se le está yendo un poco la pinza en sus últimas creaciones asociando peligrosamente la marca «Tarantino» en los créditos con el símbolo del dollar
A mí el Tarantino que me gustaba más era el de las tres primeras pelis (sin contar colaboraciones): Reservoir Dogs, Pulp Fiction y Jackie Brown (esta última infravalorada).
El Tarantino actual quizá por su brutal fama y que no le pongan ningún tipo de cortapisas es un poco… ¿desmedido? Y «The hateful eight» es un ejemplo de ello. Un film que le sobra metraje que podría haber tenido elipsis en el primer acto para agilizar la trama, etc. Yo de hecho, como el amigo Aureliano discrepo contigo en que el primer tramo de la película sea lo mejor.
El colofón es brutal, eso sí, pero hay que llegar hasta ahí. Quizá tenga mucho en común, salvando las distancias, con Shakespeare ya que como dice un amigo mío: Tarantino es gente hablando sin parar hasta que llegue el final y se empiezan a matar entre sí.
El amigo Tarantino conserva unas cuantas virtudes y eso quizá sea lo que más enfada. Si no fuera tan TAN excesivo, sus nuevas y no tan nuevas pelis podrían ser tan clásicas como las tres primeras.
Dicho esto, yo me lo pase como un enano con el personaje de Samuel L. Jackson y Kurt Russel no está pero que nada mal tampoco (es el que salva el primer tramo).
Pues yo sigo en que la presentación y las situaciones del primer tramo es lo que más me ha gustado 😉
No sé si es por ser excesivo o no, porque en Inglourious Basterds es tan excesivo que (¿esto es spoiler?) mata a Hitler en un cine y la verdad es que la peli mola por los cuatro costados. Creo que ha llegado un punto en el que Tarantino puede hacer lo que le dé la gana y si quiere hacer algo como The Hateful Eight que lo haga, pero que no lo venda como algo «glorioso» porque, salvo los paisajes de esa primera parte, es casi una obra teatral.
Eso sí, la próxima peli que estrene este hombre la veré, cómo no, da igual lo que me defraude, solo me ha defraudado un poco en Django y en esta, Jackie Brown como tú dices está muy infravalorada. Si en realidad coincidimos en casi todo 😉