¿Qué se puede esperar de una película donde la acción transcurre tan solo en 208 segundos? Yo esperaba que, siendo Clint Eastwood quien dirige el largometraje, las emociones estuviesen a flor de piel, por lo menos. La trama se centra en el amerizaje del Airbus sobre el río Hudson en enero de 2009 y la investigación posterior para determinar si el piloto Chesley Sullenberger hizo bien en no volver al aeropuerto de La Guardia, contraviniendo las órdenes del controlador de vuelo, pese a haber salvado 155 vidas y sin haberse producido víctimas. Si estáis pensando que la investigación puede dar para mucho os equivocáis: lo único que vemos son un par de vistas y una audiencia. Me sorprende que tanto la National Board of Review como el American Film Institute hayan incluido esto entre las diez mejores películas del año. Quizá les cueste dejar fuera de «lo mejor del año» a Clint Eastwood solo por quien es, pese a que muestra cero empatía con los viajeros del avión, rellena minutos con llamadas telefónicas del piloto a su mujer que se resumen en «Te quiero y dile a las niñas que las quiero» y el único aliciente es Tom Hanks porque el resto de los actores están ninguneados, incluso Aaron Eckhart.
La película comienza con Sully imaginándose la vuelta al aeropuerto de La Guardia o de Teterboro y estrellándose contra unos edificios. Tardaremos un poco hasta ver lo ocurrido en realidad en el amerizaje, ya que primero se nos cuenta son las primeras declaraciones con una especie de comisión que investiga las razones de por qué se eligió el río Hudson para aterrizar un avión cuando hay pocas posibilidades para la supervivencia en los aterrizajes sobre el agua. Durante casi hora y media veremos las idas y venidas de esta conversación, además de una recreación de esos 200 segundos en los que los pilotos se ven abrumados por la falla de los dos motores del Airbus poco después de tomar vuelo desde La Guardia. Para rellenar un poco, tito Clint nos cuenta un poco más del protagonista a través de flashbacks que aportan bastante poco a lo que ya nos cuenta el protagonista: tiene 42 años de experiencia en vuelos y es un friki de la seguridad aérea que ha estudiado accidentes para ser capaz de reaccionar en incidentes como estos.
Lo mejor: La recreación del accidente.
Lo peor: Algunos flashbacks, las llamadas de Sully a su mujer, que no haya historia más que para un corto un poco largo (30 minutos, máximo), ofrecer imágenes de pasajeros al azar antes de subir al avión.
P.D. Comentario aparte el cartel promocional de la película, donde los pasajeros que aparecen en el ala de la derecha aparecen cortados y aparece «TOM HANKS» en gigante.
Inaudito que esta peli tenga la firma de Clint Eastwood. Peli digna de domingos de sobremesa en A3. Es que es difícil de creer que sea del mismo hombre que hizo El Gran Torino. No hay emoción, no hay grandes personajes… hay una historia mal contada. Quizá con otro guión, no sé…
Amén a lo de desperdiciar a Aaron Eckhart.
bueno, bueno, bueno me dejáis picueto!!!
Bueno, yo creo que Clint ha evitado caer el drama y cargar las tintas haciendo que la película sea un análisis del accidente. Al final te enteras perfectamente de lo que pasó y la parte positiva, para mí, es la de apoyar a los profesionales capaces de tomar decisiones en situaciones criticas donde una computadora la hubiera podido pifiar.
No es una película buena para la mentalidad europea, puede resultar fría y en algunos momentos un docudrama, en cambio, la interpretación de Tom Hanks si cruza el atlántico con éxito. Las pelís basadas en hechos reales no son mi fuerte y sólo puedo salvarlas si aportan, al menos, un enfoque y puesta en escena diferente y original respectivamente.
Sully es Tom Hanks y todo lo demás prácticamente atrezzo en esta producción de la Malpaso, una película para los made in USA. Un detalle que me gustó fueron las escenas finales con el Sully real y los tripulantes y pasajeros entre los títulos de crédito.
Por cierto, yo también prefiero Sin Perdón, je je je
A mí más que docudrama me pareció una «dramatización de los hechos» como podría serlo cualquier reportaje de un programa de reportajes, solo que aquí hay más presupuesto y no te lo presentan en orden cronológico.
Por otro lado, a mí no me ha gustado nada esa escena que comentas de los créditos finales, me parece que ya es entrar en regodearse en lo de las posibles víctimas y su salvador…
Bueno, yo creo que desde la perspectiva americana es un reconocimiento al piloto; por desgracia, en los accidentes aeronáuticos, lo habitual es el drama y la fobia a ese medio de transporte. A mí como película no me interesaba gran cosa y la vi de rebote, así todo, el zas del sentido de supervivencia humano sobre la tecnología lógica y sus algoritmos de probabilidades me pareció lo mejor de la misma.