Por fin llegó el día. Por fin hemos podido ver el episodio VII de La guerra de las galaxias. Hay multitud de críticas y reseñas sin spoilers pululando por el mundo adelante. Pero, lo siento, esta será una crítica CON SPOILERS, así que por favor, NO SIGAS LEYENDO si no quieres que te destroce unas sorpresitas que nos regalará El despertar de la fuerza. Porque para críticas sin spoilers ya tenéis artículos suficientes por internet.
He pasado por diferentes estados desde el anuncio de una nueva entrega de La guerra de las galaxias. Desde su primer teaser, en realidad en su mayoría ha habido mucho hype, pero en los últimos días lo que más sentía era miedo (sí, ya sé que el miedo te lleva al lado oscuro, pero es lo que hay). Tenía miedo a que no se cumpliesen mis expectativas. J.J. Abrams supo revivir una saga que estaba destrozada con sus películas de Star Trek, con unos personajes divertidos, acción y, en definitiva, una historia simple pero resultona.
Parece que con El despertar de la fuerza ha intentado lo mismo, pero los fans somos muy así y nos han tenido que meter a los personajes principales de la trilogía original. Y lo digo así porque parecía una obligación que apareciesen Han, Leia, Luke y los demás y he de decir que, en cuanto sale la princesa Leia, uno de mis personajes preferidos, la película tiene un bajón de nivel importante.
Antes, pudimos ver un homenaje al inicio de Star Wars, donde Leia escondía los planos de la estrella de la muerte con Poe Dameron escondiendo unos planos en BB-8, un droide-gatito que hará las delicias de las cuentas bancarias de Disney. El droide consigue escapar y se encuentra con Rey (en la trilogía original, Luke), que cuidará de él. Mientras, Poe es capturado por la Primera Orden y un trooper renegado le ayuda a escapar para volver a Jakku a por su droide para llevarlo a la base de la Resistencia. Ese trooper sobrevivirá a la huida y se encontrará con Rey. Juntos, deberán escapar de la Primera Orden. Para ello, consiguen escapar en una nave que, qué casualidad, es el Halcón Milenario.
No destriparé más de la trama. Pero todas estas escenas pasan a un ritmo vertiginoso hasta la llegada del ejército de la resistencia. En cuanto aparece Leia saliendo de una nave, apretaros el cinturón, os repetirán hasta la saciedad que Kylo Ren, el líder de la Primera Orden, es en realidad hijo de Leia y Han, nieto de Darth Vader y que fue entrenado por Luke en las artes jedi sin éxito. No lo dirán cuatro o cinco veces, lo dirán desde que aparece el tema (bastante temprano) hasta el final, algo que podría haber sido una sorpresa final que nos hubiese dejado boquiabiertos a todos.
Pero en fin, aparte de eso y de un doblaje horrible, me quedo con una protagonista bastante carismática que, pese a que no tiene química con Finn y espero que no acaben juntos, se convierte en el centro de la trama. Descubrimos que la fuerza es muy poderosa en ella, que es capaz de pilotar casi cualquier cosa y que la chavala es simpática. Por otro lado, es una pena que no aparezcan más en pantalla los personajes de Poe Dameron (el más gracioso de todos) y el general Hux (Domhnall Gleeson), una especie de general Tarkin pero con un doblaje pésimo.
Visualmente, El despertar de la fuerza te queda grabado en la memoria. Hay escenas épicas no solamente con los combates entre X-Wings y Tie-Fighters, sino que podemos tener otras como la primera aparición de Rey buscando chatarra en un destructor imperial, o cuando se pone un casco de la Alianza y al abrir el plano vemos el AT-AT, las luchas de sables láser en la nieve o la de Finn con el trooper, etc.
¿Es El despertar de la fuerza una obra maestra? No. La recordaremos con cariño porque no se abusa del CGI, casi todo parece real (excepto el Smeagol gigante), porque es entretenida y porque mantiene el tono de las películas antiguas: aventuras, personajes con quienes identificarnos y una guerra en el espacio. ¿Qué más necesitamos?
Yay & nay
Lo mejor: La protagonista Rey, Poe Dameron, BB-8, el tono humorístico, el realismo de los decorados, luchas de naves aéreas.
Lo peor: Las repeticiones sobre si A es hijo de B y de C, que además resulta que es abuelo de D, la pérdida de ritmo en la segunda mitad.
La película me gustó bastante y hay que admitir que la nueva prota es todo un acierto, aunque si es cierto que repiten demasiado eso del hijo de Han y Leia y recuerda en demasiadas cosas a la primera, explosión de Estrella de la Muerte incluida. Aún así la cosa promete, a ver como sigue la trilogía.
Antes de la siguiente (Episodio VIII), tendremos la de Rogue One con el robo de los planos de la Estrella de la Muerte y Mads Mikkelsen, esperemos que sea un acierto. A ver qué nos deparan las siguientes películas, de momento la cosa va bien (no espectacular, pero bien).