Creo Denzel Washington intenta imitar el papel que le dio su único Oscar como actor principal (por Training Day, aunque tiene otro por actor secundario por Glory) y desde el 2002 ha hecho bastante basura comercial interpretando lo que en inglés sería un badass. He intentado ver El invitado unas cuatro o cinco veces y ahora por fin la he podido terminar. Las reposiciones en uno de estos canales en los que repiten las películas hasta la saciedad ha ayudado a pasar el tiempo en un domingo de sofá-peli-manta brutal. Menos mal que ahí estaban Take Shelter y Malas tierras para elevar el nivel. Como veis, estoy escurriendo el bulto de hablar de la película porque podríamos resumirla en que un renegado de la CIA es capturado en Ciudad del Cabo e interrogado hasta que un grupo de terroristas intentan secuestrarlo, momento en el que el pardillo aprendiz de agente de la CIA se hace cargo de ese enemigo de EE. UU. que antes era su amigo.
Desde el inicio vemos cómo nos dejan pistas para saber quién es realmente el topo de la agencia de inteligencia y cómo paso a paso el que parecía un enemigo de América en realidad es un hombre íntegro traicionado por sus superiores. Si esto no fuese poco para echar a correr, es tan evidente que Daniel Espinosa quiere imitar a Paul Greengrass con sus películas de Jason Bourne, que copia planos, movimientos de cámara y hasta podríamos decir que intenta crear un nuevo Jason Bourne con Ryan Reynolds, como si de una precuela se tratase. Por lo menos sabemos que esto no va a ser así, porque El invitado es una película tan pobre como anodina en el panorama actual. Por algo intenté verla cuatro o cinco veces y siempre la dejaba a medias. Por algo sería.
Lo mejor: la escena inicial.
Lo peor: intenta imitar las películas de Jason Bourne.