Una de las mayores rivalidades de la Fórmula 1 llevada al cine, McLaren contra Ferrari, Niki Lauda contra James Hunt. Ni siquiera Ron Howard iba a hacer que me la perdiese, ni las dudas sobre Daniel Brühl como Niki Lauda ni la carita de Thor de Chris Hemsworth haciendo de James Hunt. La verdad es que me lo pasé genial en la película, pero más que película me pareció un sucedáneo de anécdotas, una detrás de otra, sin hilo argumental, de la época en la que los dos campeones empezaron en la F1 hasta su final.
Y la verdad es que el resultado final no es del todo desagradable. Es una película amena, rápida, precisamente por esa secuenciación de escenas cortas con las anécdotas de la vida y obra de dos de las mayores estrellas de la Fórmula 1 de todos los tiempos.
Las escenas en las que Ron Howard nos muestra la velocidad de los monoplazas son espectaculares, así como la recreación de la época, aunque todo lo bueno junto no hace que llegue al notable. En realidad es una película para ver, disfrutar rápido y olvidar.
Yay & nay
Lo mejor: Las escenas de las carreras.
Lo peor: La versión light de James Hunt, capaz de intentar tirarse a una pit-babe antes de la salida de un gran premio con un cigarro en una mano y una lata de cerveza en la otra.