Jack Escarcha es un niño que descubre un cetro mágico que congela todo a su paso. La Luna decide en un momento dado avisar a los guardianes de que necesitan a este niño para luchar contra Sombra, que está haciendo que los niños del mundo dejen de creer en los guardianes: Norte (Papá Noel), el Hada de los dientes, el Conejo de Pascua y el Guardián de los sueños.
La historia de El origen de los guardianes (Rise of the Guardians, 2012), es en realidad una historia navideña, pero vista fuera de temporada puede ofrecernos un mejor sabor de boca, ya que nos damos cuenta de que en realidad no es una película de Navidad, sino una película sobre las ilusiones de la niñez y de su pérdida al hacernos mayores. Es una pena que por culpa del doblaje se pierdan diálogos con sorna, como cuando el conejo de Pascua comenta que le han dicho algo «porque es australiano», ya que es interpretado por Hugh Jackman, o el momento en el que aparece el ratoncito Pérez, personaje que realiza las mismas funciones que el Hada de los dientes para los niños angosajones.
Lo mejor: la frescura y originalidad del argumento y que es divertida para toda la familia.
Lo peor: los momentos en los que baja el ritmo suelen ser muy aburridos.
