Simplemente he visto esta película porque en diciembre tengo gratis un canal de pelis de Canal + y cuadró que no había nada más interesante en el resto de cadenas de cine. O eso pensaba. Quizá debería haber visto por enésima vez El puente sobre el río Kwai. Por lo menos, sé que no me decepcionaría. A veces no sé por qué hago estos experimentos de ver algo que a priori ya sé que no me va a gustar. Puede que me pierda alguna sorpresa, pero por lo menos no tengo que soportar este sopor de comedia francesa llamada Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho? que intenta ser una comedia multicultural y a mitad de metraje ya sabes de qué palo van. Todo ese buenrollismo del principio es superfluo, y cuando rascas un poquito puedes ver ese racismo endémico de los franceses burgueses. Porque aquí vemos un caserío gigante en la campiña francesa, un matrimonio que tiene cuatro hijas y tres de ellas se casan: una con un chino, otra con un judío y otra con musulmán. La cuarta hace lo que ya no pueden soportar: casarse con un negro que además es de Costa de Marfil y, por si fuera poco, actor.
Que esta peli fuese un éxito en Francia el año pasado solo puede compararse con la chorrada de peli de Ocho apellidos vascos y su recaudación. La película relata, en forma de sketches que pretenden ser graciosos, las peripecias de estos burgueses preparando la boda de su cuarta hija con el leitmotiv de los prejuicios tanto de un lado como de otro. Pese a que en muchos de los sketches puedes reírte, como película, el todo no existe. No hay ningún personaje carismático (por favor, no me digáis que Christian Clavier está que se sale porque no), la trama es predecible desde el minuto 5, las escenas son normaluchas y algunas actuaciones son lamentables. En cuanto al tema del racismo, todo se lleva a cabo de forma políticamente correcta sin entrar en detalles. Le doy dos estrellas completas porque, en realidad, me he reído más de tres veces.
Lo mejor: Algunas escenas graciosas.
Lo peor: Los sketches sin gracia, dura poco pero se hace larga, guion muy predecible.
