Tierra Prometida es el resultado de la concienciación que Matt Damon realiza en contra de la técnica de extracción de gas natural llamada fracking, y que se está haciendo habitual en lugares como Estados Unidos, llevándose la naturaleza y todo lo que se interponga por delante. Este es el mensaje de la película. El argumento gira en torno a Steve (Matt Damon) que, junto a su compañera (Frances McDormand), intenta hacer que un pueblo de Pensilvania dé su consentimiento para que se perfore el suelo y obtener gas.
La película realizada por Gus Van Sant es correcta, quizá demasiado, como para considerarla una película decente. Todo es tan limpio y tan correcto que es imposible tomarlo en serio y mucho menos colocándole un final al estilo Disney imposible de creer en los tiempos que corren.
Lo mejor: da a conocer los entresijos del fracking.
Lo peor: no parece de Gus Van Sant, no hay quien se la crea.