Siendo sincera, me he sorprendido a mí misma no cambiando de canal justo cuando empezaba Piraña 3D. Recuerdo con cierto cariño aquella Piraña (Piranha, 1978) que pude disfrutar cuando era pequeña. Durante la primera hora (más o menos) la película solo es una excusa para ver tetas y culos de jovencitas para poner a tono al personal. Pero desde el mismo momento en que se produce el primer ataque masivo de pirañas en una especie de bacanal, la cosa cambia.
Las risas están aseguradas por la cantidad y la calidad de las muertes que se van produciendo. No hablo solo de lo que concierne a Eli Roth, sino que cada escena está sembrada de sangre y destrucción. En cuanto al apartado técnico, parece que estamos ante una de esas películas producidas por el canal SyFy, pero ahí está su gracia: en no tomársela demasiado en serio y en reirnos de todo sin pudor.
Lo mejor: el ataque masivo de pirañas en la fiesta.
Lo peor: que esté plagado de chicas completamente desnudas o casi, solo para enseñar sus atributos.
