Mi devoción por las películas estúpidas ha llegado a un nivel superior tras ver Superfumados (Pineapple Express, 2008). Sé que se trata de una película de colegas, realizada con un presupuesto de 25 millones de dólares y recaudando más del cuádruple gracias a que sigue una estructura similar a la de las comedias de Judd Apatow y a que su reparto, los «amiguetes» como diría Santiago Segura, lo da todo para pasárselo bien.
Superfumados comienza como una película más en el mismo tono de comedia al que nos tienen acostumbrados este tipo de películas, pero evoluciona hacia la exageración excesiva a medida que vamos avanzando. Los gags y conversaciones de «fumados» inundan el desfase que supone la película, que le encantará a quien le gusten las películas del género.
Lo mejor: James Franco siguiendo el guion de Seth Rogen.
Lo peor: el desfase continuo llega a cansar.