Pieles es la primera película de Eduardo Casanova (Fidel en la serie de televisión Aída). No negaré que Pieles es capaz de conseguir su objetivo
El guion de Ángel Ramos es original y rompedor, de eso no hay duda. Incluir imágenes y situaciones incómodas, con una gama de colores pastel que van desde el azul hasta el rosa, añaden secuencias incluso más molestas que lo que daría pie en una simple lectura de guion.
Por otro lado, el trabajo actoral es fundamental para sentirnos atraídos por el mensaje. Sin embargo, uno de los grandes problemas de Pieles es que peca de aquello que está criticando: la superficialidad. La estructura del filme, formado por pequeños cortometrajes que se van entrelazando, le quita profundidad a una historia que pretende hacer reflexionar al público.
Todas las historias que vemos reflejadas en Pieles nos producen más rechazo que empatía por eso mismo, por pasar demasiado rápido por las vidas de tantos personajes que forman esta especie de película coral. Es quizá el corto de Simón el más perturbador y frívolo a la vez. Mientras, el de Samantha comienza de forma escatológica y violenta para desarrollarse entre escenas triviales que poco aportan al personaje hasta un momento final en el que aparece su padre.
En realidad, Pieles cuenta con una aportación visual extraña, con protagonistas desagradables por su físico o su forma de ser. Incluso se atreve a echarnos en cara que nos sintamos afligidos por lo que pueden vivir las personas con esta clase de taras físicas. Lo «normal» sería que estos personajes, tachados como «raros» en la sociedad, actuasen como personas buenas».
Sin embargo, el guion innova en este caso y se aleja de los convencionalismos que podríamos ver, por ejemplo, en Wonder. Así que nos encontramos con una película distanciada de cualquier sutileza, aderezando unas historias que en realidad nos suenan muy comunes y una pretendida transgresión que no es tal. El resultado final, según mis gustos, acaba siendo un producto que pretende contravenir las normas y que acaba siendo muy artificial y común.
Yay & nay
Lo mejor: El maquillaje. Las actuaciones de algunos de los actores.
Lo peor: Es demasiado superficial. No profundiza en ninguna historia. Un guion muy convencional en la mayoría de los cortos.