A veces no sé por qué me pongo a ver películas sin saber nada de ellas. David Mamet es el responsable de dirigir esta película para televisión para la cadena norteamericana HBO contando en el reparto con dos monstruos de la interpretación como Al Pacino y Helen Mirren. Lo malo es que David Mamet no supera sus dotes como director y la película se queda en un mero telefilme sobre el juicio de Phil Spector en el caso del asesinato de una actriz.
Y la película tan solo se centra en este caso, con el morbo de su culpabilidad, hablando de dudas razonables, de que es imposible que Phil Spector matase a una chica, de que es demasiado viejo, de que puede que tenga principios de demencia… Todo se centra en intentar convencer al espectador de la inocencia de Phil Spector, cuando en la realidad se encontraron pruebas fehacientes de la culpabilidad del famoso productor musical, intentando culpabilizar a la víctima de suicidarse. Ni las actuaciones de los protagonistas son capaces de eclipsar esto, y en ningún momento hay emoción ni empatía del espectador hacia Phil Spector.
Lo mejor: la caracterización de Al Pacino y la recreación de la casa de Phil Spector.
Lo peor: es un aburrimiento, no es posible en ningún momento creer que exista la duda razonable de la que hablan.