Es casi imposible hablar de Overlord sin hacer referencia a un clásico de los videojuegos como el Wolfenstein.
Durante sus primeros compases es muy cercana a esas cinemáticas épicas de los videojuegos ambientados en la II Guerra Mundial en las que te presentan los personajes con los que interactuarás. Son esos primeros minutos los que compensan todo lo que vendrá después, te gusten las películas fantasiosas o no.
En su primer tramo, Overlord se acerca a las grandes películas bélicas. No sabemos qué sucederá pero la tensión va en aumento y, con ella, los ataques aéreos del ejército nazi en el famoso Desembarco de Normandía.
Otra fantasía producida por JJ Abrams
Auspiciada por la producción de J.J. Abrams y Bad Robot, somos testigos de la llegada de un escuadrón norteamericano a un pueblo francés. Allí, los supervivientes de la II Guerra Mundial viven atemorizados por el ejército alemán y su despiadado mandamás. Poco a poco descubrimos el experimento nazi en el poblado.
Tomando como referencia la más pura serie B, Julius Avery consigue formar un producto de entretenimiento visceral a base de vísceras, acción y humor. Una conjunción que, desarrollada con un ferviente amor al género, es capaz de conseguir el objetivo de que el espectador no mire el reloj en sus casi dos horas de duración.
¿Difícil tarea? Yo creo que sí. Actualmente estamos acostumbrados a filmes fallidos, sobre todo en lo que respecta al género de fantasía y ciencia ficción. La premisa no era fácil, pero Overlord consigue introducirnos en el frenético mundo videojueguil sin perder la perspectiva.
Overlord tiene muchos aciertos. Desconozco si la labor de Bad Robot ha tenido que ver, pero tanto su montaje como fotografía podría ser la envidia de otras grandes producciones que disponen de mucho más presupuesto y caras más conocidas.
Aquí disfrutaremos de lo lindo si entramos en su juego, si disfrutamos del argumento, de su desarrollo y de sus escenas de acción. Es un poco previsible pero qué más da cuando lo que ves recoge lo mejor de la serie B y de un filme bien hecho.
Yay & Nay
Lo mejor: La primera escena del avión. Es divertida y disfrutable. Dispone de una fotografía muy lograda.
Lo peor: Una película muy previsible. Personajes planos.
Puntuación
