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Noé

Darren Aronofsky no es que sea santo de mi devoción, pero decidí ver esta película sin leer nada sobre ella para no tener ningún prejuicio más allá de los relacionados con películas anteriores del director. Ya durante los cinco primeros minutos se nota que no estamos ante un relato bíblico, así que dejo de pensar en Noé como una adaptación de la historia de la Biblia y sí en una historia fantástica con sus dioses, vengadores, mesías, profetas y villanos. Solo que se intenta explicar de modo tan contradictorio y extravagante como se puede esperar del director de Requiem por un sueño.

La estrella que le doy es porque la ambientación de los llamados «malos» en la película, muy similar a lo que tenemos en la mente como las hordas bárbaras de Gladiator, solo que no dura. Aronofsky se dedica a deambular de aquí para allá sin saber muy bien hacia dónde ir. Otro tema aparte es el del incesto. Desde el principio se intenta remarcar que los buenos descienden de Set y los malos de Caín, es decir, Noé desciende de Set y Tubalcaín de Caín. Hasta el final del metraje (138 minutos) se mete el dedo en este tema cuando podría haberse hecho una licencia más para explicar el inicio del mundo sin seguir los dictados de la Biblia, algo que ya se hace con el resto de los temas.

Lo mejor: ciertos momentos del caos en la Tierra.

Lo peor: la película entera es un despropósito desde el guion hasta los efectos especiales.

Estrella-amarilla1

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