Entiendo lo que nos quieren contar con Mudbound. Jason Clarke y Carey Mulligan son un matrimonio que se busca la vida en un Estados Unidos de los años 30. Decididos a comenzar una nueva vida en Mississippi, él compra una granja sin decírselo a su mujer. Para la sorpresa de toda la familia, al llegar a la granja que se habían comprado, se dan cuenta de que han sido estafados y que deben vivir en una caseta al lado de unos vecinos que no les gustan.
En realidad, Mudbound retrata el mundo que Dorothea Lange nos mostró con su serie de fotografías como La madre migrante. Incluso uno de los carteles individuales, el de Carey Mulligan, homenajea descaradamente la imagen.
En este contexto de pobreza y racismo, la familia McAllan, protagonista, se ve obligada a convivir en la misma zona que la familia Jackson. En principio su relación está marcada por el racismo. Sin embargo, poco a poco irá evolucionando porque se ven como familias similares. Y no solo porque tengan a miembros de su familia luchando en Europa en la II Guerra Mundial. Se ven similares por pura empatía.
Tras la llegada de estos dos excombatientes a sus respectivas familias, la trama descansa sobre sus hombros, pero todo se convierte en un lento drama que intenta llegar a la zona más emocional del espectador de forma burda y anodina.
Hay dos factores principales que consiguen que Mudbound se convierta en un melodrama sin sustancia. El primero es su ritmo y, por consiguiente, su excesiva duración. El segundo es que la historia que cuenta no se apoya en la trama, sino que abusa de las voces en off para contar los sentimientos de los personajes. Estas voces en off, creedme, ocupan demasiado metraje. Tanto, que cada vez que comenzaba a hablar alguien fuera de cámara me sacaba de la película.
En definitiva, Mudbound es una película tan sosa como cualquier otro telefilme, incluso aunque retrate el racismo de la época con una propuesta visual formalmente cuidada.
Yay & nay
Lo mejor: Fotografía. Ambientación. Carey Mulligan.
Lo peor: Abuso de las voces en off. Ritmo lento. Excesivo metraje.