Mortdecai nunca me llamó la atención. Ya hace mucho tiempo que Johnny Depp ha dejado de ser una razón para ir al cine porque o hace películas de Tim Burton o estupideces varias. Por otro lado, hubo una época en la que John Oliver, en su programa semanal de la HBO Last Week Tonight, no hacía más que comparar toda la basura con esta película, así que un día u otro debía caer en el saco de películas cuyo visionado es obligatorio para saciar la curiosidad. Pero ya en los primeros dos minutos podemos hacernos una idea de lo que vamos a ver a continuación: un Johnny Depp más histrión que el Capitán Jack Sparrow interpretando a un marchante copia sin tapujos del inspector Jacques Clouseau en cualquier película de La pantera rosa.
La acción, por llamarla de algún modo, cuando el MI5 le pide ayuda a Mortdecai para atrapar a quien haya robado un Goya que se creía desaparecido. Mortdecai tendrá que vérselas con los rusos, con un terrorista sirio y con un agente eternamente enamorado de su mujer, una anodina Gwyneth Paltrow, que aparece con cara de haberse fumado un porro cada vez que sale a escena. Como un marchante de arte como él, la supervivencia queda en manos de su criado, Jock (Paul Bettany), un exsicario que se tira a todo lo que se ponga por delante. Reconozco que no me he leído los libros de Kyril Bonfiglioli en los que se basa la película pero, ¿era necesario infantilizar todo de manera que pareciese que el guion lo haya escrito un niño de diez años? Alejaos, insensatos, de este bodrio que pretende autoelogiarse hablando de su finísimo humor inglés. Patrañas.
Lo mejor: Paul Bettany.
Lo peor: Parece un chiste mal contado.
Justamente he dicho algo similar sobre el encasillamiento de Deep en mi entrada del blog de hoy. ¡Qué harta me tiene! Hasta me repele ver sus nuevas películas.
La palabra es… Cansino ?