Con un reparto como el de Morning Glory (2010), con Rachel McAdams, Diane Keaton, Harrison Ford, Patrick Wilson y Jeff Goldblum cualquier película puede encontrarse atractiva. El tráiler nos presenta todo el argumento que veremos desarrollado en la hora y media de película. A Becky (Rachel McAdams) la despiden de su trabajo como productora ejecutiva de un programa de madrugada por recortes en su cadena y acepta un puesto de trabajo como productora en uno de los típicos programas de mañana que podemos ver aquí todos los días: cotilleos, cocina, trapitos, reporteros dicharacheros… Pero al poco tiempo de llegar, a Rachel le dicen que la cadena quiere hacer recortes y que prefieren un programa sin coste que el suyo, que lleva décadas en antena.
Lo bueno de Morning Glory es que se centra en cómo salvar el programa, Daybreak, bien sea contratando a un presentador serio de noticias (Harrison Ford, «un poco» exagerado, supongo que querrían que pareciese una suerte de Will McAvoy) o hacer reportajes cada vez más exagerados. La película defiende esta opción de hacer televisión si es por la audiencia o por la gente que trabaja allí. Claro, también habrá sitio para la historia romántica, para eso está Patrick Wilson, pero es de agradecer que se toque de pasada y que no aporte nada a la historia. Por cierto, cuando Harrison Ford y Diane Keaton salen despidiéndose en pantalla, incluso cuando se sueltan puyas en directo, recuerda demasiado a Anchorman: The Legend of Ron Burgundy (El reportero: la leyenda de Ron Burgundy, 2004).
Lo mejor: la sorpresa de una comedia romántica ligera que hace pasar un buen rato sin ser aburrida.
Lo peor: si ves el tráiler ya te enteras de todo lo que ocurre, la justificación de la utilización de cualquier medio por conseguir audiencia.