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Kingsman. The Secret Service (2015)

Kingsman. Servicio secreto

Para describir Kingsman. Servicio secreto no podemos decir que sea una película de espías sin contar que no es tanto un homenaje como una parodia o es tanto una cosa como otra. El caso que siendo lo uno o lo otro, Kingsman es una peli divertida que, aunque por momentos resulte excesivamente larga, tiene momentos clave que hacen elevar su nivel.

No sé si tomar referencias de las películas de James Bond le hace tener más encanto, pero lo que sí sé es que vería una nueva entrega con una historia un poquito más desarrollada. Lo primordial en esta entrega es ver al protagonista evolucionar desde su acento poligonero a su estilo más de la city.

Punto y aparte es el papel del malo por Samuel L. Jackson, quien tiene arcadas cada vez que ve sangre pero es capaz de matar desde la distancia a un montón de personas sin inmutarse. Acompañando al malo, tenemos a la secuaz que no es el típico bruto gigante, sino una chica muy mona pero con piernas tipo Oscar Pistorius pero con cuchillas en lugar de palas normales.

Todo muy friki para contarnos la historia de un grupo de jóvenes seleccionados que tendrán que competir entre ellos para ser Lancelot, uno de los agentes de Kingsman, una agencia de espionaje independiente. Si hay algo que no cuadra es, simplemente, que la trama divertida no da para llenar 129 larguísimos minutos. Para que una película de este tipo dure más de dos horas es necesario un guion potente, y aquí tenemos bastantes altibajos a partir de la segunda mitad del metraje.

Yay & nay

Lo mejor: Colin Firth.

Lo peor: Duración excesiva.

Puntuación

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