La historia está protagonizada por Benigno y Marco, un enfermero y un escritor de guías de viaje, respectivamente, que se hacen amigos en el hospital donde uno cuida a una paciente y el otro acompaña a su novia, las dos en coma. Tras este encuentro, tendremos cuatro historias diferentes e incluso sorprendentes que tienen como base el amor y la soledad. Una película por momentos divertida, por momentos sensible y sorprendente.
Lo mejor: Javier Cámara. El corto mudo. La banda sonora.
Lo peor: hay varias cosas que no encajan, como la escena en la que Leonor Watling sale de la ducha y pasa por un pasillo con la puerta abierta justo donde su padre recibe a los pacientes, por ejemplo.