Lo he intentado con todas mis fuerzas, pero no he podido con Foxcatcher. A pesar de un inicio prometedor, de un tema que me podría resultar interesante y que además tiene cinco nominaciones a los Oscars (director, actor principal y de reparto, guion original y maquillaje). Esas cinco nominaciones son de bastante entidad como para que una película pueda despertar, como mínimo, curiosidad, pese a tener en el reparto a Channing Tatum. La historia gira en torno a Mark Schultz, campeón estadounidense de lucha, la relación con su hermano y su benefactor, el multimillonario John du Pont. Decidí empezar a verla sin buscar información ni de la película ni de la historia original de Mike Shultz como campeón olímpico de lucha ni de su vida privada, así que lo que me encontré fue una historia original de la que no sabía nada.
Pero en Foxcatcher parece que la historia no es lo importante, porque en realidad da vueltas sobre la misma idea una y otra vez. Tengamos en cuenta que el metraje son unos largos 134 minutos en los que la presentación de personajes es lo que más impacta. En primer lugar, vemos a Mike Shultz (Channing Tatum), su forma de entrenar y su carácter; después se nos presenta a su hermano, el también medallista Dave Shultz (Mark Ruffalo), que ya tiene familia y parece más versado en las relaciones con la gente; y por último aparece John Du Pont (Steve Carell), un mutimillonario que parece tenerlo todo a golpe de talonario y que, en un principio, vela por el sueño americano. Pero tras lo que serían los primeros 40 minutos de película, tanto la trama como el avance se ve teñido de más y más de reiteraciones, exageraciones y paternalismos que tantas veces hemos visto en multitud de películas. Lo que he visto en estas dos horas largas de película ha sido, tan solo, las ansias de hacerse el importante de un multimillonario a costa de comprar un equipo nacional de lucha. La relación de los hermanos no se explota y, por lo que parece, después de haber buscado información en páginas web serias, la historia no se aproxima mucho a la realidad. Normal. Se ha exagerado todo para que tenga un mínimo interés.
Lo mejor: las escenas de lucha en las competiciones y la presentación del personaje de Steve Carell.
Lo peor: el crecimiento exponencial de la exageración del personaje de John Du Pont desde el principio hasta el final de la película.