Netflix suele despertar poca confianza en las producciones propias de largometrajes. Sin embargo, las críticas ensalzaron la gran labor de Mike Flanagan como director y coguionista de una de las últimas adaptaciones de Stephen King.
Tras un visionado sin demasiadas esperanzas por no ser aficionada del relato original del escritor, puedo decir que El juego de Gerald me ha dejado un buen sabor de boca pese a ese final que desentona con el resto del metraje.
La historia, poco atrayente en un principio, va evolucionando desde las pocas esperanzas por reavivar la chispa del deseo en un matrimonio desencantado hacia un relato oscuro para los dos personajes principales. Las actuaciones de Henry Thomas y, sobre todo, Carla Gugino nos permiten establecer una conexión real con unos personajes intrigantes de los que queremos saber más a cada minuto que pasa.
Disculpad que no entre dentro del argumento ni explique de qué va realmente la película pero, teniendo el libro original, me da cosita explicar algo publicado en la época de los juegos olímpicos de Barcelona.
Lo mejor de todo es que poco tenéis que esperar poco para entrar en el meollo de la cuestión: la introducción es corta pero eficaz, nos presenta la situación y a los personajes caracterizándolos con gestos, miradas, comentarios que con grandes pinceladas marcan la personalidad de cada uno.
Tras esos cortos pero intensos minutos, comienza la trama de verdad, la de la manipulación de las personas, el juego de poder y la sumisión entre roles familiares.
Lo que es una lástima son los minutos finales, muy alejados del tono y el relato del resto del filme que, por otro lado, hacen que El juego de Gerald no sea una de las mejores pelis del año.
Yay & nay
Lo mejor: Las actuaciones, la tensión durante el desarrollo de la trama, el momento final de las esposas.
Lo peor: La conclusión final con la voz en off, desentona con el resto del metraje.
Puntuación
Sólo hay algo peor que una conclusión con voz en off que desentone con el resto de la película y es una conclusión con texto (tan de película de sobremesa). Aunque se puede hacer bien, como lo hace Terminator 2.
No me habría parecido tan mal hubiera mantenido el tono, incluso la fotografía anterior. La conclusión es demasiado larga y anodina, habría preferido que terminase la peli justo antes.