Kathryn Bigelow estrenaba Detroit en un momento en el que en Estados Unidos se «celebraba» el 50º aniversario de las revueltas raciales en Michigan. El comienzo despista porque no sabemos si estamos ante una película documental al más puro estilo Woodstock, 3 días de paz y música o una película de ficción.
Detroit es la anatomía de la lucha entre la policía y la comunidad afroamericana en los enfrentamientos de Detroit en los años 60. Lo que encendió la chispa de las revueltas fue el cierre de un local ilegal en los suburbios, detonando en heridos, muertes y saqueos durante cinco calurosos días de julio.
Con los primeros compases, de desconcierto, entendemos que Bigelow pretende imprimir la propia sensación del inicio de los disturbios. No es hasta muy avanzado el metraje cuando podemos disfrutar de las mejores escenas de Detroit: en el motel Algiers. Utilizo la palabra «disfrutar» pero puede que lo más adecuado sea «sufrir». La tensión que se vive en el hall del motel es tal que hasta parece que somos testigos de lo que ocurre.
Estas escenas son incómodas y simbolizan un conflicto que todavía sigue patente en Estados Unidos. Los disparos de fogueo efectuados por unos amigos son confundidos por la policía como si de unos francotiradores se tratase. En lugar de reconocer su propia equivocación al no encontrar armas en las habitaciones, la policía intenta conseguir la confesión de los presentes. Por los medios que sean.
Son en este tipo de escenas donde Detroit me gana y hace que me olvide de ese caos inicial, si bien en el último segmento volvemos a un relato más convencional sobre las consecuencias de esos cinco días tanto para la policía como para las víctimas. Pero que el título no os lleve al engaño: no veréis el resumen de las revueltas, sino los pasos que fueron necesarios para que la tragedia del motel Algiers sucediese, el propio suceso y qué resultados tuvo.
Yay & nay
Lo mejor: Los momentos de tensión en la casa. Las interpretaciones de los actores.
Lo peor: La inclusión de imágenes de archivo. Duración excesiva.