Si no te gusta, para qué te metes. Eso es lo que estaréis pensando. De nuevo me he sumergido en el universo Marvel sin tenerlas todas conmigo, esta vez de la mano de Deadpool y su secuela. No tenía el más mínimo interés pero en este tipo de pelis siempre tienen cabida en mi casa por utilizar un humor gamberro, escatológico, soez y evidente. Reconozco que no es el humor que me hace gracia aunque sé que a mucha gente sí.
Entiendo que el objetivo básico de Deadpool 2 es hacer gracia con los típicos chistes de caca, culo, pedo, pis porque si es para contar una historia coherente, lo veo difícil. Sabiendo que la trama no tiene importancia y que solo hay que centrarse en los sketches del protagonista, puede que nos resulte más cargante todavía. Entiendo que el público necesita alivios cómicos, pero lo de esta secuela es de traca.
Los típicos comentarios jocosos hacia los X-Men o hacia la franquicia de la Marvel de Disney, acaban por saturar, como cada vez que el protagonista intenta ser políticamente incorrecto. Todos esos chistes parecen poco naturales.
Acompaña a esta sarta de chistes sin gracia una trama y un desarrollo bastante cutre, en los que Deadpool tendrá que sobreponerse a un desastre inicial para pasar a aprendiz de X-Men y después emprender una cruzada para salvar la vida de un niño que pretende convertirse en un villano. Por el camino veremos peleas y explosiones para entretener al personal. A veces, sin demasiado sentido.
También encuentro que es una verdadera lástima haber incluido el personaje de Domino demasiado tarde. Es algo que le habría dado un aire fresco a una trama rancia como esta. Aparte de una duración excesiva para lo que se cuenta, Deadpool 2 me ha parecido una película muy desaprovechada, utilizando un humor dirigido principalmente a adolescentes que ven lo políticamente incorrecto como un acto de rebeldía.
Yay & nay
Lo mejor: El personaje de Domino.
Lo peor: Abuso de gags y cameos. Demasiada duración. Una trama muy cutre.