Sí, lo sé. Tengo que dejar de ver películas que sé de antemano que son una basura, pero no puedo remediar sentir ganas de ver una película que alguien pone a parir, sobre todo si es generalizado. Tengo que saber si es cierto. A veces me llevo grandes sorpresas, pero otras pienso que soy idiota. Cowboys & aliens tenía todas las características de blockbuster fallido: 163 millones de presupuesto y recaudación de «solo» 175. 12 millones de dólares parecen demasiado poco para toda la esperanza depositada en este bodrio que ya avisa de lo mala que es en el cartel, con Daniel Craig poniendo sus típicos morritos. Y es que salvo un par de momentos cómicos, la película hace aguas por cualquier aspecto: guion, historia, efectos especiales… quizá lo que se salva es la música y algún momento cómico que otro.
Y es que además no entiendo por qué hay que conseguir un reparto medianamente decente con el propio Daniel Craig, Harrison Ford, Sam Rockwell y Paul Dano que, por cierto, en total saldrá como tres minutos de las dos horas de película. Pero, ¿cómo es posible rellenar 118 minutos con una historia tan insulsa? Es muy fácil rellenar cuando bajo la batuta de Jon Favreau tienes nada menos que cinco guionistas adaptando un cómic, aunque uno de ellos no sea otro que Damon Lindelof, encargado de pelis como Star Trek: En la oscuridad o Prometheus y de 37 capítulos de Lost. La historia es un western que empieza con un personaje que no recuerda nada, se encara con el terrateniente del lugar, lucha contra extraterrestres que secuestras a personas del pueblo y se enamora de la chica.
Lo mejor: un par de momentos cómicos.
Lo peor: mil millones de cosas, pero la más absurda de la historia es que los aliens son débiles con la luz del sol y por eso no ven acercarse a toda la gente, pero uno de los ataques es a plena luz del día, así que…