Haber visto Tropa de élite (2007) y, sobre todo, Ciudad de Dios (2008), te da una visión sobre el cine brasileño cuanto menos estereotipada. Carandiru es otra de estas películas que pretenden denunciar una situación en Brasil.
En este caso, ya desde el principio, se nos vende el relato de la Masacre de Carandiru ocurrida en 1992, la mayor violación de los derechos humanos en Brasil, en la que murieron 111 personas, de las que 102 murieron por disparos de Policía Militar. Pero esto no ocurre hasta el final de la película, ya que a modo de documental «novelado», a través de la visión del doctor, nos van contando la historia de muchos de los presos recluidos en la prisión de Carandiru en São Paulo.
Todo cuanto vemos nos prepara para la masacre final. Si no se está al tanto de los hechos históricos, posiblemente no se vea venir el final, ya que en ningún momento se hace mención a la tensa situación que crea un motín en una «cárcel» como esa.
Sin embargo, aunque durante los 140 minutos de metraje nunca llegue a aburrir, quizá el director quiere dar un enfoque tan personal por parte del doctor protagonista y los presos, que se olvida que Carandiru es una película y no un documental donde se cuenten las vivencias de unos presos antes de entrar en la cárcel.
Yay & Nay
Lo mejor: las interpretaciones del grupo de actores.
Lo peor: la visión única desde un lado, el de los presos. Conocer la historia hace que no se aprecie el final como sorpresa.