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Call Me by Your Name (2017)

Call Me by Your Name

Pese a que el género romántico no es uno de los géneros que me gusten demasiado, opté por ver Call Me by Your Name por el catálogo de premios que ha estado consiguiendo. Basada en la novela Llámame por tu nombre de André Aciman, nos cuenta una historia que se desarrolla en los 80 al norte de Italia. El profesor Perlman acoge, como cada verano, a un estudiante en su casa. Cada estudiante vivirá junto a él, su mujer, su hijo Elio y los amigos de la familia.

Cuando Elio ve al nuevo estudiante, Oliver, su tranquila vida veraniega se ve trastocada. Al principio Elio no sabe qué hacer y somos testigos de sus dudas pero, ¡ay, el verano italiano! Oliver, el calor, el aburrimiento, las fiestas del pueblo, los primeros encuentros sexuales… Cualquiera estaría dispuesto a una nueva experiencia.

Destacaría tres momentos principales en la trama. Por un lado, la sencillez y naturalidad de las primeras escenas. Por otro, el nudo duro de la trama, en donde vemos el enamoramiento y su desarrollo. Y, por otro lado, el final. Un final que, para mí, aúna todo lo bueno que hemos visto anteriormente, sorprendiéndonos y emocionándonos a partes iguales.

Call Me by Your Name se convierte, de ese modo, en una de las películas que más me han sorprendido y más he disfrutado en los últimos meses. Me resulta imposible no enamorarme yo misma de la historia que nos cuentan y de sus dos protagonistas. El ambiente, el sonido y la fotografía invita a ello. Las interpretaciones son de lo más naturales. La mezcla de idiomas también se resuelve de forma natural. De este modo parece que somos unos veraneantes más al norte de Italia.

Parte de culpa de esta «normalidad» proviene del contexto de la peli. Ambientada en los años 80, tanto la ropa como las manías cotidianas nos llegan directamente al hipocampo, a aquellos maravillosos años que vemos con nostalgia. En Call Me by Your Name es Italia, pero puede asimilarse a cuando íbamos a la playa o a la aldea o pueblo con tu familia. Todos tenemos historias de tiempos muertos en los que cogíamos una guitarra o leíamos sin parar, o simplemente nos íbamos a bailar a cualquier fiesta local de los alrededores.

En este marco, Elio consigue sentirse especial (aunque él ya lo es, pero no lo siente), consigue vivir su propia historia y ser protagonista de algo especial que le marcará para siempre.

Yay & nay

Lo mejor: La escena entre padre e hijo cercana al final. El inicio de la historia. La ambientación. La fotografía cristalina.

Lo peor: En el desarrollo de la historia a veces las escenas se reiteran demasiado.

Puntuación

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