Hacía mucho, mucho tiempo que no veía una película en versión doblada, pero me tuve que comer ese doblaje de segunda para poder disfrutar de esta peli israelí alabada, como bien sabéis, por Quentin Tarantino. Normalmente no estoy de acuerdo con sus listas, pero siempre te puedes encontrar con alguna que otra perlita que, de no haber estado presente en sus famosas listas de lo mejor del año, no te habrías enterado de su existencia. Big Bad Wolves es una comedia negra sobre tomarse la venganza de tu mano, dejando de lado a la policía y a la justicia. ¿Para qué, si no funciona? En un tema tan controvertido como el de la pedofilia, nos hacen dudar de quién es el bueno y el malo pero lo peor es que hay ciertos momentos en los que se nos hace reír a carcajadas. De nuevo, ¿esto es bueno o malo? No lo sé, pero nunca me cansaré de decir que las películas que producen estos dilemas morales en el espectador ya tienen unos cuantos puntos ganados.
Es una pena que la intensidad de, digamos, la primera mitad del metraje se vaya diluyendo hasta volverse en una especie de obra de teatro sobre la tortura porque sí, interrumpida varias veces por todo lo que podáis imaginar. De ese modo, la tortura que vamos a ver se hace más llevadera para aquellos que no están acostumbrados a imágenes duras. Para poneros un ejemplo, en cierto momento que se quema carne humana se habla del olor a churrasco. Imposible aguantar la risa e imposible tomarlo en serio, así que es normal que Tarantino dijese que era la mejor película del año 2013. ¿La mejor de 2013? Lo dudo mucho. Mi corazón se va con Nebraska, Enemy, Prisioneros, Coherence o Ida, por poner unos ejemplos, pero no creo que te arrepientas si decides adentrarte un poco en el lado oscuro que plantean aquí.
Lo mejor: El dilema sobre si lo que hacen los protagonistas está bien o mal, la banda sonora, los planos iniciales.
Lo peor: La segunda mitad baja significativamente el nivel de la primera parte.
Completamente de acuerdo. La primera mitad es estimulante, porque se va gestando lo que crees que será algo gordo, algo muy tarantiniano, pero luego se convierte en una tortura un poco porque sí. Te ríes, pese a saber que es algo de lo que uno no se reiría en otra circunstancia, pero también te aburres esperando algo más. El final cogidísimo por los pelos buscando el giro a lo Shyamalan, pero qué se le va a hacer. Y coincido contigo: entiendo que sea la mejor película del año para Tarantino, pero para mí no lo es. Ahí están todas las que citas (excepto Ida, en mi opinión) y añadiría El consejero, El viento se levanta y A propósito de Llewyn Davis.
¡Saludos!
¿¡Cómo me he podido olvidar de A propósito de Llewyn Davis!?