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Beginners (2010)

Beginners

Beginners comienza con la confesión de Hal (Christopher Plummer) confesando que es gay y que pretende salir del armario ahora que su esposa no está, mujer que él mismo dice que ha querido toda su vida. Se lo cuenta a su hijo, Oliver (Ewan McGregor), quien le cuidará hasta su muerte. Poco después, Oliver conoce a una extraña actriz, Anna (Mélanie Laurent), que no puede hablar por una laringitis. Poco a poco, Oliver se ilusiona cada vez más con su nueva relación recordando, por otro lado y a modo de flashbacks, la última época junto con su padre, intentando llevar lo mejor posible su enfermedad.

La película comienza con una buena idea a desarrollar: por un lado, la relación entre un padre y su hijo, tocando los temas del cuidado de los mayores, la represión de los homosexuales en los años 50, la condena de vivir un matrimonio sin deseo pero con cariño, etc., pero por otro lado está la esperanza, la jovialidad del amor que encuentra Oliver en Anna, una relación rejuvenecedora pero poco a poco cada vez se va llenando de sitios oscuros que hay que explorar. En resumen, Beginners es por un lado entretenida y por otro deprimente, no tan transgresora como cabría asumir por su comienzo, pero que conjuga a la perfección un humor negro encarnado por Christopher Plummer y la alegría de la pareja protagonista.

Lo mejor: Ewan McGregor y su escena con la muerte de su padre.

Lo peor: Mélanie Laurent actúa para ser la guapa poniendo caras y no me creo su personaje.

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