Supongo que todos aquellos que teníamos un mínimo interés por Annabelle habíamos visto Expediente Warren: The Conjuring.
En la decente película de James Wan nos comentaban la historia de la muñeca Annabelle para presentarnos al matrimonio protagonista, quedando esta historia relegada a un segundo tercer plano.
En Annabelle se nos cuenta la historia de la típica posesión demoníaca de un objeto inanimado, en este caso una muñeca que ya de por sí da bastante miedo. Todo lo contrario que la muñeca real, que la verdad es que parece una muñeca normal sin contar el tamaño.
Mención aparte es el reparto. Estoy convencida que a Annabelle Wallis la escogieron solamente por su nombre de pila. Ya demostró su «valía» en la serie Peaky Blinders interpretando a una supuesta agente de la inteligencia británica. Pero no contentos con esto, aparece Alfre Woodard, más conocida por ser una «mujer desesperada», para rematar la faena. Al final, nos contentamos con ver una película demasiado convencional, vista hasta la saciedad, con un par de detalles buenos (incluir curas en pelis de miedo siempre da resultado).
Yay & Nay
Lo mejor: la escena de la agresión en la primera casa de los protagonistas.
Lo peor: no es nada original.