Si es que cuando me da pereza, es pereza de verdad. Al final me he animado a ver El francotirador de Clint Eastwood solo porque en los videojuegos siempre tiro más para arquero/francotirador. Quizá por eso lo único que me ha gustado de la película es la recreación de cuando el protagonista está en los tejados esperando durante horas a matar a alguien, sea niño, mujer, viejo o militar. Lo que es la historia en sí me ha parecido del montón, con personajes planos y centrándose en la típica americanada más vista que las tetas de Melisandre.
Se puede decir que la historia no da para más al estar basada en la autobiografía de Chris Kyle, el protagonista. También se puede decir, sin haber leído ni una pequeña reseña de esta autobiografía, que la obra se basa en un libro que le permite realizar su propia oda al ejército de Estados Unidos y a su injerencia en asuntos internos de otros estados para salvaguardar la humanidad, sin hacer una mísera mención, o bien directa o bien indirecta, a que todo este tinglado de Afganistán e Iraq es una gran mentira inventada para sacar el petróleo a países que eran más libres con dictadores que con una supuesta democracia títere.
Lo mejor: las escenas de francotirador puro, es por eso que llega al aprobado raspado.
Lo peor: la trama se estanca cada vez que el soldado vuelve a casa, pero lo peor es que la película es una americanada, se mire por donde se mire.