Os aconsejo 30 minutos o menos si os gusta el típico humor de Judd Apatow, aprovechando las improvisaciones de sus actores para sacar algo de comedia adelante.
Se nota muchísimo que se echa mano de este recurso sobre todo en lo que se refiere a los personajes de Danny McBride y de Aziz Ansari.
El guion, por llamarle de alguna manera, de Michael Diliberti y Matthew Sullivan, hace hincapié en este tipo de situaciones en las que dos personajes se ponen a hablar sobre situaciones a cada cuál más rocambolesca.
La trama nos presenta un repartidor de pizzas al que secuestran y visten con un chaleco explosivo para amenazarlo y así que robe un banco en favor de los secuestradores.
Pese a que el director, Ruben Fleischer nos trajo un producto más que disfrutable con Bienvenidos a Zombieland, aquí no consigue acertar.
No sé si es por la falta de Bill Murray y Woody Harrelson, pero se echa en falta mucho desarrollo de una trama principal consistente. Jesse Eisenberg hace el papel que lleva interpretando desde hace años y Aziz Ansari parece interpretarse a sí mismo, al estilo de Master of None (serie de obligado visionado), lo cual es de agradecer, ya que cuenta con un .
Hay poco más que añadir a esta pequeña película, por aspiraciones y por duración, porque tampoco hay demasiado que analizar.
Estamos ante la típica peli de situaciones absurdas que deja el peso del guion en los actores y en que estén inspirados a la hora de improvisar diálogos.
Yay & nay
Lo mejor: Aziz Ansari y su gracia natural.
Lo peor: Danny McBride y una trama tan simple que hasta consigue hacer larga una película de 78 minutos.